Ayer escuché una parte de la intervención de José Ignacio Torreblanca en Hora 25. No pude oírla entera, pero hubo dos respuestas que me dejaron perplejo. En primer lugar, le preguntaron si Grecia había hecho lo que tenía que hacer para continuar recibiendo ayudas de la UE, si había hecho lo que se llama «los deberes». Y dijo que no. Más allá de la distinción entre recortes de gasto público y reformas estructurales, como si lo primero fuera lo fácil, sólo desde la ceguera más absoluta se puede negar la evidencia.
Otra respuesta fue suficiente para entenderlo todo. Torreblanca dijo que el euro es prácticamente el mayor logro de la construcción europea. Parece que todo lo que se hizo antes no tiene mayor importancia. Y ahí es donde empecé a entenderlo todo. Los europeístas de moqueta nunca van a aceptar sus errores. Nunca van a admitir que los desequilibrios estructurales creados con la eurozona iban a dejar a varios países europeos sin armas para enfrentarse a una crisis económica. La eurozona fue un invento perfecto para una época de prosperidad alimentada por las burbujas financiera e inmobiliaria. A partir de ahí, como no se cansa de repetir Krugman, si no puedes devaluar tu moneda, sólo puedes ‘devaluar’ tus salarios y tus precios, precisamente en una época en que la deuda, pública y privada, ha alcanzado niveles insoportables.
Es cierto que los griegos necesitan poner en marcha reformas. Pero cualquier reforma sólo tendrá resultados a largo plazo. Pensar que se van a solucionar de inmediato problemas económicos profundos es absurdo. Pretender que eso enviaría el mensaje correcto a los mercados…, bueno, no creo que a estas alturas haya gente que piense que eso es importante. Los ‘mercados’, si se les puede considerar un sujeto colectivo regido por una sola intención, se fijan más en los hechos que en los mensajes. Y los hechos básicos de la economía griega están a la vista. Una economía hundida en la recesión suele tener problemas para pagar sus deudas.
Hoy se ha sabido que el PIB griego cayó un 7% en los últimos doce meses, según los datos del último trimestre de 2011. Y la receta que la eurozona está exigiendo es más austeridad, es decir, más recesión.
En el año 2000, Grecia tenía el decimocuarto mejor sistema sanitario del mundo, según la OMS. Supongo que en parte gracias a una década de prosperidad ficticia, cortesía de ese gran invento que fue la eurozona, Grecia terminó gastando en 2007 un 9,6% de su PIB en sanidad, justo por encima de la media de la OCDE.
Ahora, los griegos están pagando la crisis con su salud. Hospitales desbordados por la llegada de enfermos que antes podían permitirse la sanidad privada. Recortes en los presupuestos de los hospitales, que ya no pagan las medicinas a las empresas farmacéuticas. Enfermos que tampoco pueden costearse los medicamentos. Pacientes que pagan sobornos para saltarse las listas de espera. Aumento del número de suicidios.
¿Habrá europeístas que crean que los griegos no han sufrido un castigo suficiente? ¿Que es necesario profundizar en la recesión para que purguen sus pecados antes de que pongan en peligro ese maravilloso regalo que fue el euro?
Simplemente excelente
Pero eso sí, como desvela hoy Nacho Escolar en su blog, el presupuesto militar del 2.012 en Grecia sube escandalosamente, un 18,2%. ¿Por qué?. Para poder comprar tanques, helicópteros, submarinos y fragatas a Alemania y Francia. Blanco y en botella.
Puntualizar una cosilla; igual el sistema sanitario era de los mejores del mundo, no lo sé, pero la corrupción en él era (es) rampante. Existe lo que se llama el «fakelaki» o sobrecito. un pago que recibe el cirujano, médico de cabezera, ginecólogo… para que te cuide y se preocupe o te haga un seguimiento. Hasta tal punto que incluso hay una especie de tarifas medio establecidas. Estoy hablando de la primera vez que llegué a Grecia en el 2001. Recuerdo que un parto rondaba los 100.000 dracmas (unos 300 euros) de fakelaki.
Alguien dijo en su día que era la Europa de los mercaderes. Saturno quiere más y está devorando a sus hijos.
Globalización de mercado y especulación para aumentar las ganancias. Tal vez sea un iluso y espero que aquí en la piel de toro, espabile cierto sector de la población que no quiere enterarse de nada y luego se queja de todo.
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