Un reportaje de Channel 4 cuenta la historia de la fuerza que ha adquirido el fascismo en Italia, en concreto de un grupo que ha contribuido a normalizar la presencia de esa ideología en varias ciudades italianas. El grupo se llama CasaPound. Ocupó un edificio abandonado de siete plantas en Roma en 2003. Desde entonces, ha puesto en marcha centros similares en un centenar de ciudades. Entre otras cosas, entrega comida a gente pobre siempre que sea de nacionalidad italiana. También ha protagonizado «acciones directas», como ocupar un hospital que atiende a extranjeros o expulsar a los inmigrantes de las playas.
Este reportaje en The Guardian explica los orígenes de CasaPound sin perder de vista que el blanqueo de la imagen de Mussolini no se explica sólo por la aparición de grupos fascistas en la última década, sino también por la forma en que la derecha italiana, con Berlusconi cómo no, contempla ahora esa época. Lo hizo negando las atrocidades del fascismo, atacando a la Primera República (1948-1992) por considerarla más corrupta y caótica que la dictadura, y despreciando las celebraciones del 25 de abril por la liberación de Italia del fascismo.
La Constitución italiana prohíbe la promoción de las ideas fascistas y de los grupos y personas que defiendan sus principios. Ningún Gobierno aplica la ley para impedir la existencia de grupos como CasaPound o el más violento Forza Nouva, que cuenta con más de 247.000 seguidores en Facebook, 20.000 más que el Partido Democrático de Renzi. CasaPound tiene casi 261.000 seguidores.
CasaPound es también un partido político que se presenta a las elecciones. Si bien no se espera que tenga el 3% mínimo para contar con representación parlamentaria, sus ideas ultranacionalistas están bien cubiertas por el mensaje xenófobo de La Liga (antes Liga Norte) y por declaraciones públicas de algunos dirigentes de Forza Italia y el Movimiento 5 Estrellas.
La imagen de arriba es del documental que imagina el regreso de Mussolini a la Italia actual. «Los italianos, a diferencia de los alemanes, nunca se han responsabilizado de su dictador, nunca lo han eliminado por completo», dijo a The Guardian su director, Luca Maniero. «Al ver lo que está sucediendo hoy en nuestro país, estoy convencido de que si volviera Mussolini, ganaría las elecciones».
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La reaparición de Berlusconi en política muestra que Italia todavía lucha contra su pasado fascista. Sabrina Gasparrini.
Un reportaje en BBC sobre la campaña electoral italiana y la influencia del debate sobre la inmigración.