De entre todas las incógnitas sobre el mercado del petróleo, hay una que este gráfico despeja: hay petróleo de sobra. Los 93 millones de barriles diarios alcanzados en octubre son un récord.
En los últimos cinco meses, la producción ha subido en 3,3 millones, de los que dos millones son responsabilidad de países que no son miembros de la OPEP.
Se especula con que la reunión de ministros de la OPEP del jueves en Viena sirva para aprobar como mucho recortes de producción de entre 500.000 y un millón diario de barriles, una cifra insuficiente como para tener efectos en el mercado, a menos que sea el primer paso para ajustes posteriores.
Los que creen que la OPEP debería tomar una decisión clara con la que intentar poner fin al descenso del precio habrán quedado algo decepcionados con las palabras del ministro saudí del Petróleo, Ali al-Naimi, que ha dicho que confía en que el mercado «se estabilice finalmente por sí mismo».
«La OPEP está observando y no actuando porque realmente hay muy poco que pueda hacer», dice Sadad Al-Husseini, exvicepresidente ejecutivo de Saudi Aramco.
Con el petróleo en torno a los 77 dólares, la preocupación más inmediata para los países productores consiste en saber hasta qué nivel caerá antes de recuperarse. Los pronósticos de algunos analistas indican que bien podría seguir descendiendo hasta los 60 dólares.
