Imagine living in a house with Israeli settlers occupying the floor above. Is this the most occupied city in the world? pic.twitter.com/X8OdVhJufY
— AJ+ (@ajplus) 11 de enero de 2019
Hay pocos lugares en los que los palestinos de Cisjordania viven en una situación más cercana al apartheid que en la ciudad de Hebrón. Este reportaje de AJ+ hace un breve resumen de las condiciones de vida en una localidad de más de 200.000 habitantes cuyos derechos, incluida la simple capacidad de trasladarse de un lugar a otro, están limitados, en ocasiones anulados, por la presencia de 850 colonos israelíes.
A lo largo de décadas, los colonos han obtenido permiso para extender sus dominios, llevar armas en todo momento y protagonizar incidentes violentos contra los palestinos que no son investigados.
En el reportaje aparece Yehuda Shaul, de la ONG israelí Breaking the Silence, que explica cuál es la función del Ejército. La podríamos denominar acoso estructural. Se dedican por ejemplo a entrar en los domicilios particulares para hacer notar su presencia de forma constante y supuestamente servir de efecto disuasorio para impedir ataques violentos. La intervención militar está pensada para preservar una situación en la que se sólo se protegen los derechos de una pequeña minoría sobre la inmensa mayoría de los habitantes. Forman un grupo que representa además al sector más fanático y ultrarreligioso entre los colonos judíos que viven en territorio palestino.
Breaking the Silence tiene publicado un informe de 70 páginas con testimonios de soldados israelíes que pasaron por esa ciudad entre 2011 y 2017. «La misión allí no es mantener el orden. La misión es imponer la supremacía judía en la ciudad de Hebrón. No es que los soldados estemos entre la espada y la pared, sino que nosotros somos la espada que los colonos lanzan a los palestinos», dice uno de ellos.