Hillary Clinton recibió la confirmación de su victoria en las primarias con este anuncio que destaca el que será uno de los puntos fuertes de su campaña. Es la primera mujer candidata a la presidencia de uno de los dos grandes partidos y, al igual que en la primera campaña de Barack Obama, el factor ‘hagamos historia’ va a estar ahí desde el primer momento.
Para estar a la altura del momento, el anuncio va mucho más allá que la pieza audiovisual con la que inauguró su campaña en las primarias. Ese era el típico producto blanco y nada arriesgado con muchas imágenes de familias con el que los políticos hacen ver que cuidarán de los intereses de todos y cada uno de los votantes.
El anuncio de ahora es una celebración de la lucha por los derechos de la mujer, y por tanto, un mensaje feminista en el que hábilmente la campaña de Clinton se autodefine de forma implícita como un eslabón más en una cadena que se inició hace mucho tiempo.
Es también un mensaje de combate. Muchas de las personas que salen en el vídeo están protestando. No son el tipo de gente que espera que se le concedan sus derechos, sino que lucha por que se le reconozcan. Es un estilo y una estética que Clinton y sus asesores quizá no habrían elegido si las primarias demócratas no se hubieran visto sacudidas por la presencia de Bernie Sanders.