2016 Drone Aerial from Homs, Syria from Mohamad Hafez on Vimeo.
Son imágenes recientes de la ciudad siria de Homs, de lo que queda de amplias zonas después de cinco años de guerra. Han sido rodadas por el equipo de una productora rusa que trabaja habitualmente con los canales públicos rusos de televisión y que utiliza drones para ofrecer el estado de los lugares del país más castigados por la destrucción. Algunos de sus vídeos se pueden ver en la página de YouTube de su responsable, Alexander Pushin.
El hecho de que sea un equipo ruso ha dado lugar a algunos comentarios que aprecian una intención propagandística. Podrían servir para justificar la intervención rusa en favor del Gobierno de Asad. Pero las imágenes son las que son y corresponden a una realidad que no se puede obviar. Además, la mayor parte de esos edificios fueron destruidos por los ataques aéreos y de artillería del Ejército.
También se han presentado como ejemplo de aquello de lo que huyen los refugiados sirios que están en Europa o intentan llegar a territorio europeo. Hay que apuntar que estas zonas destruidas de Homs están abandonadas desde hace mucho tiempo.
Homs –la tercera ciudad del país con más de un millón de habitantes, contando los suburbios, antes de la guerra– fue el lugar de una de las primeras movilizaciones masivas contra Asad en 2011. Al año siguiente, al no haber podido sofocar la revuelta, Asad lanzó una ofensiva general sobre la ciudad, algunas de cuyas zonas controladas por los insurgentes fueron bombardeadas durante semanas. Es posible que las imágenes que vemos ahora correspondan al distrito de Baba Amr, que quedó completamente arrasado.
El régimen fue recuperando año a año más territorio hasta que a principios de 2014 sólo quedaba la Ciudad Vieja fuera de su alcance. La posición de los insurgentes era insostenible hasta que aceptaron la retirada gracias a la mediación de la ONU. Primero, fueron evacuados 1.400 civiles que vivían en esas zonas sufriendo todo tipo de privaciones. En mayo de 2014 se retiraron los últimos insurgentes que resistían en un punto de la Ciudad Vieja, y en diciembre de 2015, otros que estaban en un suburbio occidental de la ciudad.