La crisis ucraniana ha hecho que se haya prestado poca atención, incluso en EEUU, al último viaje de Netanyahu a EEUU y su visita a la Casa Blanca. En cuanto a los resultados, no parece que nos hayamos perdido nada. El mejor resumen se encuentra en un tuit de un periodista israelí que escuchó a Obama decir que Kerry había tenido una reunión «productiva» con Netanyahu. Tenía al lado a Kerry al que le oyó decir en voz baja al vicepresidente Biden: «¿Productiva?». A veces, una sola palabra es suficiente.
Mucho más significativa fue la entrevista que Obama dio antes a Jeffrey Goldberg en la que el presidente norteamericano se despachó a gusto con mensajes a Netanyahu que por otro lado el primer ministro israelí le ha escuchado varias veces. La diferencia es que esta vez el aviso se hizo en público. «Su mensaje a Netanyahu –«según Goldberg– era este: ‘Si no es ahora, ¿cuándo? Si no va a ser usted, señor primer ministro, ¿entonces quién?’. Luego adoptó un tono más duro y dijo que si Netanyahu ‘no cree que un acuerdo de paz con los palestinos es lo mejor para Israel, entonces necesita presentar una opción alternativa’. Y añadió: ‘Es difícil contemplar una que sea factible'».
Ya sabemos que una cosa es que el presidente de EEUU se ponga gallito con Israel (Bush, padre, y Baker superaron ese tono a principios de los 90), y otra que Washington adopte como política una postura similar, por no hablar del Congreso. Pero Obama fue más allá y dejó caer que si Israel continúa negándose a una solución definitiva mientras sigue con la expansión de los asentamientos en Cisjordania, cada día será «menos efectiva» la respuesta de EEUU a los ataques de la comunidad internacional a Israel.
Al día siguiente, apareció el dato oficial de incremento de la construcción de viviendas para colonos israelíes en los territorios palestinos: un 123%. Quizá Obama no conociera el dato exacto, pero seguro que era muy consciente de esa realidad cuando concedió la entrevista.
Luego vino el discurso de Netanyahu en la gala anual de AIPAC, la principal organización del lobby judío.
A visual breakdown of @Netanyahu‘s @AIPAC speech. For the full transcript: http://t.co/VO4aVShr7e pic.twitter.com/31O62SCxjM
— Haaretz.com (@haaretzcom) marzo 4, 2014
En la nube de palabras de su discurso, destacan tres letras, las que están encima de «Israel». BDS (por Boycott, Divestment and Sanctions). Hace unos pocos años, un primer ministro israelí ni siquiera se hubiera molestado en dedicar tanto espacio, más allá de referencias generales, a un movimiento organizado de boicot al Estado israelí por su ocupación de los territorios palestinos. No lo hubiera hecho porque o no existía en EEUU o no era relevante. Ya es una amenaza real y cada vez son más las organizaciones que se adhieren a él, y eso está en línea con el aumento a las críticas a los gobiernos israelíes en los medios de comunicación norteamericanos.
Una institución académica que se adhirió al boicot ha provocado una reacción inmediata. En varios estados, los legislativos discuten proyectos de ley por los que se retiraría la financiación pública a cualquier centro educativo o académico que apoye el boicot a un Estado extranjero. Curiosamente, dos organizaciones judías se oponen a estos proyectos, porque son conscientes de que oponerse a la libertad académica puede ser al final contraproducente para sus intereses.
En el debate político norteamericano, Israel siempre tendrá las de ganar frente a los palestinos. Pero ahora, y por primera vez, su Gobierno y sus defensores están a la defensiva.
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La opinión pública israelí también es consciente de esta nueva situación. En un sondeo de enero, un 49,9% cree que hay muchas o bastantes posibilidades de que este movimiento se intensifique y que incluso se produzca un boicot internacional de productos israelíes. Un 47% opina lo contrario.
Ángel, cuando hablo de árabes, hablo de un conjunto de tribus que tienen en común su descendencia de Ismail, tal como insisten los propios árabes (o incluso es mencionado en la Biblia). No se trata de ninguna etnia ni raza (hay una especie de manía de considerar «etnias» o peor «razas» a gentes con rasgos culturales similares). Son gentes entremezcladas, y siempre se han mezclado pues uno de los pilares de su economía es y ha sido el comercio de larga distancia, bien mediante caravanas o bien vía marítima a regiones muy lejanas (como el Asia Central). Esto es lo que en realidad ha contribuido a su expansión hacia el oeste y el sur desde su Irak natal. Sus rasgos culturales (por ejemplo el idioma o la escritura) están más relacionados con los arameos con quienes convivieron estrechamente y se mezclaron (antes del Islam), que con los judíos (sus hermanos de origen). Pero en el pasado pre-islámico, los árabes eran cristianos (los «lajmíes» de los que te hablé) o judíos (entre otras religiones).
Es cierto que el término «árabe» se utiliza hoy en día para designar a la población de ciertos países donde se habla el árabe, con independencia de su historia pasada. Ellos mismos se consideran árabes aunque comprenden perfectamente su historia. Es como aquí en España. Sabemos que el español es una lengua latina, pero también sabemos que nuestros orígenes no son exclusivamente latinos. Pues eso pasa con los árabes.
Insisto en que la expansión del Islam (y el idioma árabe) no produjo el desplazamiento de ninguna población en ninguna parte (ni siquiera en España). Simplemente fueron una minoría al principio, y con los siglos y las conversiones (que no son forzosas), fueron convirtiéndose en mayorías. Pero siempre respetaron a las otras religiones. Nunca oirás hablar de «inquisiciones» o algo parecido entre los árabes, ni de «cruzadas». Las supuestas invasiones árabes (tal como se cuentan tan belicosas) no han sido nunca probadas. No se conquista la península ibérica en ¡siete años!. Obviamente hablo del pasado. La historia es hoy distinta con el wahabismo o el jomeinismo.
El Islam, ha terminado por «homogeneizar» desde el punto de vista religioso toda la región. Pero este es un hecho que se dilata en el tiempo, no sucede de repente, ni sucede de igual manera en unos sitios y en otros. De hecho como digo, el cristianismo originario sigue estando muy presente en estos países. Lo mismo no podemos decir de Europa o América (latina). El cristianismo se impuso más rápidamente, sobre todo en el segundo caso, y barrió cualquier atisbo de otra religión. De hecho todas las personas de otra religión, fueron expulsadas de España y otros países europeos. O perseguidos.
Debo decirte también, que aunque es cierto que hay emigrantes de Arabia y el Yemen hacia otros países, no fueron muy numerosos en realidad (habría provocado un descenso demográfico brutal en estos países, que no se produjo). En España por ejemplo, los emigrantes eran norteafricanos islamizados. Y en el norte de África, eran en realidad sirios. Es que no se puede explicar la expansión del Islam de una manera tan simplista como se suele hacer: una marabunta de árabes correteando de oriente a occidente. Es simplemente surrealista. En primer lugar, porque Arabia es un país que siempre ha estado muy despoblado, dado que es bastante desértico. Lo que si hicieron los árabes de Arabia en tiempos de Mahoma, fue unificar a todos los pueblos árabes del Oriente medio (los lajmíes de Irak, los de Jordania, los de Siria, etc), y gracias a ello consiguieron librarse tanto del imperio persa, como del bizantino. O tu crees que estaban contentísimos siendo esquilmados por estos dos imperios. Hay que ver la historia desde su punto de vista. Un poco de empatía no hace daño.
Los tributos fueron una mala cosa, claro. Pero aunque creas que los pueblos semíticos tienen prohibido el mezclarse ( no solo los musulmanes, sino también de otras religiones: los judíos, los mandeos, ciertos cristianos) con «infieles», el hecho es que se mezclaban, y no poco. Es cierto como dices que los maronitas se han mezclado poco. Es así porque tienen miedo a desaparecer entre una mayoría musulmana (que los hijos sean de la religión mayoritaria). Les pasa también a otros cristianos. Pero modernamente (no se el Líbano) en un país como Irak, es muy frecuente que cristianos y musulmanes se casen y los hijos se reparten la religión de sus padres. El matrimonio en Irak es civil (o era, cuando no fue invadida), y eso ha favorecido las mezclas religiosas. Y curiosamente esto no ha jugado en contra de los cristianos, pues cuando los musulmanes se casan con cristianos, es que no son muy observantes de su religión. En fin, ahora el fundamentalismo lo ha invadido todo, y en Irak se persigue en primer lugar a las familias mixtas. Algo que tienen que agradecer a EE.UU que les ha puesto al títere más espeluznante que podrían imaginar en el gobierno.
Sara, aunque no lo creas coincidimos en muchas cosas y disentimos en muchas otras… Hace años que considero que gran parte de los militantes de la actual izquierda occidental padecen una gran enfermedad, la falta de una «educación» que les impide razonar por si mismos. El ecosistemas izquierdista ha degenerado en el activismo más puro y resumiendo su «estrategía» a una colección de consignas muchas de ellas trasnochadas. El pensar o analizar, no esta de moda y eso se deja a los nuevos gurus, Chomsky, Petras (con una base teorica lamentable) o al caudillo del partido o de la secta.
Pero bueno a lo nuestro. En cuanto a la inmigración interna creo que no voy equivocado… pero lo que no me negaras que la zona costera, es decir lo que se conoce como Oriente Próximo o Medio gran parte de su actual poblacion (dejando de lado los israelies) se debe a su evolución como centros comerciales o agricolas de gran importancia tanto bajo el imperio turco como luego bajo los ingleses y franceses.
Es un hecho conocido muchas de las tierras de lo que hoy es Israel fueron compradas por los sionistas a sus propietarios, familias acaudaladas que vivían de rentas en Damasco… en esa época la capital económica y cultural de la región. Estas familias, mientras vendian y no baratas sus tierras a los colonos apoyaban al Mufti en su campañas «antisionistas». Pero bueno, eso es otra historia