Sé que es difícil tomarse el asesinato de Jamal Khashoggi desde una perspectiva sarcástica, pero John Oliver lo intenta, como es lo habitual en su programa, para demostrar lo absurdo de la versión saudí y la responsabilidad de EEUU en la deriva brutal de la monarquía saudí en los últimos dos años.
Siendo un programa de televisión, ofrece imágenes que ahora deben parecer a sus espectadores especialmente delirantes. La portada de Time con una foto del príncipe heredero Mohamed bin Salmán y el titular «Charm offensive» o el programa ’60 Minutes’ de CBS, un clásico del periodismo televisivo de EEUU en el que se afirmaba que Bin Salmán había «emancipado a las mujeres saudíes» (por si es necesario decirlo, es falso).
Oliver pasa después a explicar la relación de Trump con MbS, incluida su disposición de los últimos días a aceptar cualquier versión saudí sobre el asesinato del periodista a cambio de que Riad siga comprando armas a EEUU.
Hay mucho humor (negro) en este programa de Oliver. Todo lo que cuenta es cierto.