John Oliver ajusta cuentas con el proceso electoral norteamericano, esa enmarañada secuencia de caucus y primarias donde las reglas son diferentes en cada partido y cambian en muchos estados en relación a aspectos tan básicos como quién puede votar, cómo se eligen los delegados, qué saben los votantes de esos delegados electos, cómo deben votar los delegados en la convención que elegirá el candidato, cómo se hace el reparto de delegados en función de los votos recibidos…
Ese sistema sufrió cambios profundos, en especial entre los demócratas, a partir de la caótica convención demócrata de 1968. El objetivo fue restar poder a los jerarcas del partido y concedérselo a los votantes. Parece que una nueva reforma no vendría nada mal.
Aquí un documental sobre esa convención de 1968 celebrada en Chicago y marcada a fuego por la división que la guerra de Vietnam provocó en todo el país y sobre todo entre los demócratas.