Alarmados ante las críticas recibidas por el rey por su viaje y accidente en Botsuana, algunos medios de comunicación se afanan por jugar el papel de fieles cortesanos. ABC dedica una página a la «tradición secular» de la caza en los Austrias y Borbones. Muy apropiado. La monarquía no parece haberse dado cuenta de que ya no vivimos en el siglo XVIII.
En su editorial, El País vuelve a hacer un ejercicio de defensa de la monarquía tan carente de espíritu crítico que perjudica en vez de ayudar a la institución. Se deduce que todo ese esfuerzo de austeridad que impregna el discurso político actual no debe alcanzar al jefe de Estado:
Pueden compartirse o no las críticas realizadas por el coordinador de Izquierda Unida respecto al viaje del monarca a África, aunque resultaría estrambótica la suposición de que el rey no tiene derecho a unos días de asueto y ocio, cualquiera que sea la dureza de la crisis económica.
Gastarse decenas de miles de euros de su patrimonio personal que procede de fondos públicos (vamos a ser misericordiosos y no pensar que va invitado por empresarios) es una forma de «asueto y ocio» sólo disponible para millonarios. ¿Es ese el «comportamiento ejemplar» que se espera de las personas «con responsabilidades públicas?»
¿Cómo habrá que recibir futuros discursos del monarca en los que se refiera a los sacrificios necesarios para salir de la crisis y al drama social y moral en el que se encuentran millones de familias?
Una vez más, es un columnista habitual de El País el que enmienda la plana al periódico, como antes lo hizo Ramoneda, para conectar con lo que estarán pensando sus lectores. El diario alude a la falta de transparencia pero no se molesta en indagar en las causas de esa actitud, denunciada en varias ocasiones por distintos motivos. Antoni Gutiérrez-Rubí sí tiene una explicación:
El rey Juan Carlos ha perdido el contacto con la realidad. O al menos, eso parece. Solo una profunda desorientación y desconexión con la sociedad a la que debe servir, explicaría –y mal– que le parezca bien ir a cazar elefantes. El viaje es totalmente inadecuado, impropio e injustificado.
Por último, para los lectores de El País tiene que ser especialmente deprimente que sea El Mundo el que publica el editorial que ellos quizá crean que debería haber aparecido en su periódico. El hecho de que un medio de comunicación sea monárquico no le da derecho a ignorar la realidad.
Habría que conocer las circunstancias concretas para matizar más nuestras opiniones, pero, a partir de lo que hemos podido saber, se trata de un viaje irresponsable, realizado en el momento más inoportuno. Y ello porque resulta muy poco ejemplar el espectáculo de un monarca cazando elefantes en África cuando la crisis económica en nuestro país provoca tantos problemas a los españoles, incluidas algunas situaciones familiares dramáticas. Ello transmite una imagen de indiferencia y frivolidad que el Jefe de Estado jamás puede dar.
Pero eso no es nada comparado con el artículo que publica José Antonio Zarzalejos. El ex director de ABC denuncia que «la Corona ha entrado en barrena». Ha desperdiciado las muestras de apoyo recibidas por políticos y periodistas y las ha interpretado como un cheque en blanco para continuar viviendo en una burbuja de ostentación que se antoja insostenible.
Adiós a los tabúes. La palabra abdicación ya no es ninguna excentricidad.
Buen artículo pero cuando se refiere a » su patrimonio personal que procede de fondos públicos » no se podría aplicar igual a cualquier funcionario que lleva toda su vida trabajando en la administración? entonces si uno de estos se «va de putas» por la misma regla de tres se está gastando el dinero de los contribuyentes no? . El rey tiene un sueldo, merecido o no, y con el puede hacer lo que le plazca.
Marc, hijo mío, una de las obligaciones del rey es la de mantener una imagen dado que se supone que representa a todo el país. En un momento en que se están recortando todo tipo de servicios, con 5 millones de personas en paro y en una semana de las mas difíciles que se han vivido en este país, y con un familiar suyo directo en el hospital , que en vez de estar en España siguiendo estos acontecimientos, esté en paradero desconocido, de farra, y gastándose el dinero que se le paga por hacer su labor en francachelas privadas me parece inexcusable. Su obligación es estar en España al tanto de los acontecimientos e incluso visitar a su nieto, que es el 4º en la línea de sucesión a la corona. Si somos incapaces de entender esto, pues lo mejor es que nos dediquemos a leer el ABC o La razón.
No es lo mismo cobrar del Estado por un trabajo y ser una institución del Estado. El rey no acaba su jornada laboral y se va a su casa.
En fin, si es que Iñigo lo ha descrito mejor que nadie :»La ceguera de los defensores de la monarquía».
Como ya es imposible de mantener la imagen sin tacha que entre los medios, el Código Penal y la cultura de la Transición llevaban años vendiendo, pues nos vamos al argumento contrario «Ah, que haga lo que se le salga de los santos cojones, que tiene derecho a ello»
Debe ser duro para tanto votante tradicional progresista darse el tremendo golpe que elimine lo nublado de su visión de la realidad: su partido no opina sobre la repugnante actividad regia y su periódico lo disculpa.
http://casaquerida.com/2012/04/14/14-de-abril-la-caza-real-en-el-aniversario-de-la-ii-republica/
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Ejem, ejem
Nauscopio Scipiorum Abdique o reine señor Juan Carlos I: antepone sus intereses personales y el de la continuidad de la monarquía al Bien de España abril 14, 2012 a las 11:31 am
En cambio yo sí suelo reseñarte, y desde hace años.
Totalmente de acuerdo, solamente puntualizaría que el tema de El País está relacionado con su dependencia económica hacia los deudores, lo mismo que le ha pasado con el tema Repsol via La Caixa. Los medios son empresas antes que ONGs, así se está montada la película.
El AltaBlog
Totalmente de acuerdo con Paco, cito a Maruja Torres en JotDown -obviamente decir esto en «El páis» le hubiera supuesto Gulag:
«el periodismo se jode en el momento en que dedican salir a bolsa y los jefes empiezan a comprender que hay que trabajar para los accionistas y no para el público lector, y en el accionariado quizá no todos estén ahí por amor al arte. En esas estamos. La crisis y las tecnologías no han tenido nada que ver con la crisis del periodismo. Ha tenido que ver el encefalograma cóncavo y la codicia de las empresas que han querido estirar más el brazo que la manga, y se han puesto a comprar televisiones y a cotizar en bolsa. Hay gente que ha pedido préstamos para comprar acciones que luego se han devaluado. Y han perdido préstamos y acciones. Y no estoy hablando de ningún diario en concreto»
Básicamente, estoy de acuerdo con lo que se expone acerca del rey irresponsble del que «disfrutamos», pero… dos cositas:
– intentemos ponerle nombre a un hipotético presidente de la república. Sean creativos. … Ansar, González, menos mal que Fraga ya no está, ¿una presidenta? ¿Aguirre? … ¿quién? ¡Que pavor! Eh? Lo cierto es que un presidente de la república aun sufriría un mayor desprestigio que el del gobierno.
– El rey es razonablemente barato comparado con lo que cuesta un presidente con ciertos poderes ejecutivos, que durará menos de una década y que tiene que dejar un legado para que se le recuerde (en paris aun tiemblan cuando pasan por delante del centro pompidou)
Y un último detalle no menos importante. En este reino en el que vivimos, cada vez que se ha echado al rey en el último par de siglos, hemos acabado a cuchilladas. Cada uno pensará lo que quiera, pero yo estoy seguro que se debe a que por debajo de ese «barniz real» no hay nada, no hay una nación, no hay un vínculo, no hay un pueblo español, no hay una revolución francesa…
Y la pregunta es… ¿Una guerra carlista o un elefante? 🙂
Un saludo
Rob, si un presidente de la República hiciera eso existiría la posibilidad de «botarle» cada cuatro años. Al Campechano I, aka Juanito Fiestas, con la legalidad vigente, es imposible de facto -no teóricamente- echarle HAGA LO QUE HAGA. Si a ti te gusta que se fundan tu dinero en putas, bebercio, y caza, me parece genial. A mi no y quiero tener derecho a elegir a una persona que teóricamente no lo haga.
Aparte de que , a los defensores de la monarquía como «mal menor», os recuerdo que no ha habido un sólo presidente de la República en España al que se le hayan atribuido este tipo de excesos; en cambio, reyes, creo que ha habido mas de uno y de dos, ¿verdad? -Por no decir que en los últimos 200 años los Borbones han tenido, sin excepción, una vida muy divertida en esos aspectos-
Si de lo que se trata es de esparcir mierda a la «son todos iguales» , pruébalo con hechos en la historia de España, si es que puedes.
La actitud cortesana de los medios es una verguenza, pero sobretodo porque dejan de explicar la utilidad de la monarquía.
Yo creo que no es un buen momento para plantearse un cambio de régimen. No hay nadie en el penoso panorama político nacional que de el perfil de presidente de una República. Peor aún, si la crisis se alarga y desgasta a los dos grandes partidos más aún, como parece que ocurre, no sería descartable el ascenso de un caudillo populista tipo Berlusconi o Chávez.
Las circunstancias son las peores imaginables, no olividemos que el hecho que selló el destino de la II República fue nacer en el peor momento, con la crisis del 29 afectando a la economía y Europa deslizándose al totalitarismo, completamente rota. En situaciones de grave crisis política y económica el extremismo suele abrirse paso, y ese es un terreno muy pantanoso para un régimen recién nacido.
Me parece que el debate sobre la forma del Estado es legítimo, y debe abrirse ya, pero las acciones encaminadas al cambio deben posponerse. Por ahora nos viene bien la monarquía, que a pesar de todos los reveses sigue contando con mucho apoyo, y que aporta estabilidad.
Yo veo el panorama muy muy mal. Sobretodo el económico. Ya he encendido el modo «República de Weimar» y creo que hay que andar con pies de plomo. Creo que en este país hay que cambiar muchas cosas, que el ciclo abierto tras la Transición llega a su fin y etc. etc. Pero tengo miedo de que las necesarias reformas degeneren en una revolución que a saber dónde nos lleva, y la Monarquía me parece un ancla.
El día después de salir de este tremendo embrollo habrá que volver a cuestionar la Monarquía. Pero hay que hacerlo el día después, cuando haya una perspectiva de paz social y al menos cierta estabilidad económica sobre la que el nuevo régimen pueda construir. Mientras tanto quizá lo oportuno sea que se consume la sucesión en el trono.
En resumen, Monarquía (por ahora) sí porque:
a) Evita que un líder divisivo llegue a la Presidencia de la República. No es descartable dado el devenir político del país y las sombrías perspectivas.
b) Evita que la República nazca cuando la patata caliente de la crisis económica, la continuidad del Euro y el futuro de Europa parece a punto de estallar. Recordemos la II República: como decepcionó desde el minuto uno, cómo la crisis agravó las tensiones sociales, como el sindios en Europa nos arrastró…
c) Porque aún suscita mucha adhesión. Demasiada gente en España no está preparada para una República.
d) Porque quizá la famosa labor «entre bastidores» del Rey valga algo y pueda ser un actor moderador y facilitador de consensos (que es lo que necesitamos para sustituir los consensos de la Transición, y no imposiciones).
Es una lástima que planteamientos como este no se vean en la prensa. No digo que tengan que coincidir conmigo, pero creo que hay hueco para los planteamientos «monárquicos pragmáticos» y no sólo para los «monárquicos por la gracia de Dios», que son los que subyacen detrás del editorial damage-control no-questions-asked de El País, de la línea editoria en general de El Mundo y ya no digamos de ABC o La Razón.
Pues el planteamiento de Homelandz si me parece válido, miren por dónde.
Las declaraciones de Peces Barba esta mañana en la SER, aparte de los balbuceos e incoherencias -Francino no se atrevía a hablar de la verguenza- demuestran bastante bien en manos de quién dejamos la tarea de redactar la constitución española. Es estos polvos, estos lodos.
Enlazando con eso, y estando al 100% de acuerdo con Homelandz, qué triste país y que lástima de democracia la nuestra si gran parte de la estabilidad democrática de nuestro país descansa en una personal como el Campechano I.
Sería cuestión de rescatar los titulares y reportajes de hace unos 15-20 años en que los medios se masturbaban un día si y otro también con la ejemplaridad de nuestra transición y nuestra democracia, que eran un ejemplo para el mundo entero.
Pues yo estoy totalmente en desacuerdo. Retrasar las reformas «para cuando llegue el momento» equivale a que llegue el momento y la gente se olvide de ellas, y punto. Es más, retrasarlas lo único que puede hacer es seguir empeorando las cosas dejándolas tal como ya están. El motivo de que suscita aún mucha adhesión, pues igual, si tenemos que esperar a que el secretario personal del príncipe decida que es hora de pasar a la república, pues muy bien. La URSS cayó por motivos parecidos.
Bueno, ya que has enumerado tus argumentos, Homelandz, pues
a) porque el rey es igual de divisivo que un presidente del PPSOE, los dos encarnan el mismo espíritu del bipartidismo y corte
b) por las razones aducidas, si se quiere reformar algo, se reforma, pero no se pospone. Retrasar reformas (que se juzgan) necesarias no tiene el más mínimo sentido. Si no, no son necesarias.
c) y mucha gente ve Sálvame y no es el prototipo de calidad televisiva
d) «actor moderador y de consensos», lo único que consigue para el asalariado español son impuestos suecos, servicios botswaníes y derechos chinos, no sé qué moderadora y consensuada es esta absoluta hijoputez.