La pasividad alemana ante el hundimiento de la eurozona no es sólo motivo de queja entre los países periféricos de la UE. Esta semana The Economist ha propinado a Berlín una patada con mucho sentido del humor con su portada: el barco mundial se hunde y alguien pide a Merkel que se decida de una vez a encender los motores.
El diario económico aleman Handelsblatt respondió con la imagen de la derecha. Es otra broma, pero que dice mucho de la psicología política alemana: la culpa siempre es de los otros. El buque de la economía mundial se hunde sin remedio por culpa del peso muerto de España, Italia, Francia, Grecia y EEUU. En la superficie, el ministro de Hacienda Schäuble pregunta a Merkel: «¿Dónde están nuestros amigos, Angela?». «Demasiado profundo para tirarse», responde la canciller (un doble sentido con la frase «too big to fail»).
Continúa en Zona Crítica.