Los designios de la propaganda son a veces difíciles de escrutar en las dictaduras. Me pregunto qué estaría pensando el responsable de la agencia oficial de prensa norcoreana cuando distribuyó esta foto de Kim Jong-un en su visita a la sede de una división del Ejército.
En un país que sufrió una terrible hambruna en los años 90 a causa del colapso del sistema de distribución de alimentos y en el que todavía un número imposible de conocer de personas sufre de malnutrición, da que pensar ver al nuevo líder supremo ante una mesa bien nutrida de viandas.
Por no hablar de la cara que pone el joven Kim, hipnotizado por la visión de todo lo que se va a zampar. Su evidente sobrepeso no parece ser un problema acuciante.
Una imagen más para el blog Kim Jong-un looking at things, digno heredero del dedicado a su padre.
«¿Qué van a hacer los norcoreanos?», pensará Kim El Gordo. «¿Rebelarse?».
Gaddafi también se creía omnipotente.
Sin pretender, ni de lejos, defender el régimen norcoreano, a veces me pregunto, si no sería yo capaz de sacar un blog tan divertido como el de tu link, pero con el rey y el príncipe. Y no digamos el brillante talonmanista. Y de Rajoy, y de ZP, así ad nauseam Fotos para ello sobran.
Son tan ridículos como estos mandarines. Lo único es que estamos acostumbrados.
Y no, no es que Corea del norte no tenga un regímen político monstruoso (y de paso China), lo único es que estas cosas que pones de la propaganda se pueden sacar al nuestro tan ricamente.
Esperemos que sólo nos quedemos en eso, porque al ritmo que vamos, nos acabaremos pareciendo a ellos mucho más de lo que pensamos.
Me pregunto si nos daremos cuenta