Ami Ayalon, exjefe de la Armada israelí y del Shin Bet –servicio de inteligencia interior–, tiene claro algo que es considerado anatema por la mayor parte de los políticos de su país. La guerra contra los palestinos y la ocupación de Cisjordania no son una forma de asegurar la existencia de Israel, sino una dominación colonial para ampliar las fronteras del Estado contra lo que afirman las resoluciones internacionales de la ONU.
Lo dijo hace unos días en la conferencia de la organización progresista de la comunidad judía norteamericana J Street. Ayalon relacionó además esta guerra, a la que denominó de injusta, con el antisemitismo que se produce en el mundo. Hay una relación causa-efecto entre ambas cosas.
«Lo que ven desde el extranjero es a nosotros luchando dos guerras distintas, totalmente diferentes. La primera es realmente una guerra justa, una guerra para establecer a Israel dentro de las fronteras de 1967 basadas en resoluciones internacionales. Se puede decir sin equivocarse que hemos ganado esa guerra.
Continuamos luchando en una segunda guerra, una guerra para ampliar nuestras fronteras hacia el este, construir más asentamientos e impedir el establecimiento de un Estado palestino. Esa segunda guerra no es una guerra justa. Niega a los palestinos el derecho a la autodeterminación, que fue reconocido por la comunidad internacional.
Como antiguo jefe de la Armada y director del Shin Bet, como persona que ha luchado en demasiadas guerras, como alguien que representa los puntos de vista de una gran mayoría del alto mando de las Fuerzas Armadas israelíes del pasado y del presente, les digo hoy que la segunda guerra, la injusta, no puede ganarse sólo por la fuerza. No hay decisiones militares en esta guerra. Es decir, a menos que cambiemos totalmente de rumbo, esta guerra continuará durante generaciones y traerá más violencia y terror. Después de que derrotemos a Hamás y la Yihad Islámica, nos enfrentaremos al ISIS. Y después de eso, quién sabe qué vendrá.
Pero les aseguro que será algo más extremista. Esta segunda guerra para ampliar nuestras fronteras aislará aun más a Israel y aumentará el antisemitismo en todo el mundo, pero lo más importante, lo más peligroso, es que esta guerra será el fin de Israel tal y como la concebían los padres fundadores del sionismo. Estoy aquí para decirles que la cuestión de la guerra a la que estamos enviando a nuestros jóvenes está destrozando a la sociedad israelí».
Tras una larga carrera militar, Ayalon, de 74 años ahora, entró en política en las filas laboristas, partido que abandonó en 2008.