El 32% de los votantes del PD tiene más de 65 años, y el 50% más de 55, según un sondeo de Ipsos. Por el contrario, el 59% de los votantes del Movimiento Cinco Estrellas tiene entre 18 y 44 años. También es significativa la diferencia en apoyos a favor del partido de Beppe Grillo entre estudiantes y parados, como lo es a favor de la izquierda entre los jubilados.
Con independencia de todas las críticas que se puedan hacer a Grillo, algunas bien fundadas, algo tiene que estar pasando en Italia cuando la izquierda cuenta con más partidarios entre pensionistas que entre los jóvenes. Que yo sepa, los jubilados nunca han sido la fuerza más enérgica a la hora de pedir cambios drásticos en una sociedad.
La socialdemocracia tampoco ha sido nunca la fuerza más enérgica a la hora de pedir cambios drásticos en una sociedad.
Decir eso es aún creer que el PD como el PSOE son izquierda actualmente, viven del recuerdo de lo que representaron. Por eso los votantes tienen años porque ellos creen que aún dichas siglas defienden lo que fueron. A los jovenes ya no engañan con falsas promesas ni falsas apariencias del social-liberalismo.
¿La desideologización juvenil tendrá algo que ver? Pues claro que Beppe Grillo hace un trabajo cojonudo, primero le revienta la base electoral a la izquierda -y no, hay cosas que son responsabilidad de la izquierda italiana, naturalmente, y otras no lo son-, después maleamos el electorado, y luego se lo entregamos en bandeja a la mamarrachada parafascista que venga detrás (que él ya tiene lo suyo de fascista).
La cultura es facilísimo perderla. Basta con hacer un gap generacional. Es un problema de prejuicio mental: usted puede dar como válido que se pierda la cultura tradicional, la forma de vivir de una sociedad pretérita, pues de la misma manera se pierde la ideología «izquierda». Sí, se la puede volver a poner en circulación… de cero, naturalmente, como cuando queremos recuperar usos y costumbres que ya han desaparecido.
Es el PD de izquierdas? Es que empezamos a llamar izquierda a cualquier cosa
Coño, resulta que lo que se dijo mucho tiempo que pasaba dentro de ciertos partidos ya resulta ser de encuesta pública en la calle? Bienvenida sea esa idea tan «nueva» de que la vejez ( y a veces prematura!) anquilosa las ideas más revolucionarias…y favorece la confusión de posible con necesario, etc.