Fuegos artificiales para celebrar la muerte del príncipe heredero de Arabia Saudí en la propia Arabia Saudí. ¿Celebrar? Los encapuchados, que quemaron retratos del príncipe Nayif, son jóvenes de la localidad de Qatif, en la zona oriental del país. Es probable que sean chiíes y su reacción no es sorprendente. Nayif no ocultaba su desprecio a los chiíes.
Desde 1975, era ministro del Interior y por tanto el mayor responsable de las fuerzas de seguridad y del aparato represivo de la monarquía. En el último año, se ocupó de reprimir las protestas de la minoría chií y de promover el envío de tropas a la vecina Bahréin para hacer lo mismo con el movimiento que pide allí libertades.
Nayif tenía fama bien merecida de ser el personaje más reaccionario de la familia real saudí. De ideología fundamentalista, eso no le impidió dirigir la respuesta a los atentados de Al Qaeda en Arabia Saudí. Desde luego, estaba en contra de aumentar los derechos de las mujeres y no parece que se sintiera muy cómodo con los vagos proyectos reformistas apoyados por el rey Abdulá.
Siempre estuvo en contra de EEUU y hasta sugirió en algunas ocasiones que los atentados del 11-S eran obra de una conspiración sionista. Eso no ha impedido que Obama y Clinton hayan enviado sus más sentidas condolencias a Riad. Tampoco que el rey Juan Carlos vaya a viajar a Riad para presentar sus respetos. Es mucho dinero lo que están en juego como para que Occidente se ponga estupendo. Hay otros antisemitas reaccionarios sin petróleo a los que es más fácil plantar cara.
Nayif sustituyó al príncipe Sultán como heredero y será probablemente reemplazado por otro hermano, Salmán, que a su vez heredó de Sultán la lucrativa cartera de Defensa.
Por cierto, ¿quién estaba el domingo en Arabia Saudí en el día de las elecciones presidenciales egipcias, cuyo escrutinio se está realizando cuando escribo esto? El mariscal Tantaui, jefe de la Junta Militar egipcia, que acaba de anunciar que asume todas las competencias legislativas. Cuestión de prioridades.
Efectivament, los que lanzan los fuegos artificiales son chiíes: se reconocen poa los canticos sobre Alí (primer imam de los chiíes).