Las bombas de racimo son especialmente peligrosas para los civiles por su amplio radio de acción incluso en un entorno urbano. Airwars.org lo explica en este vídeo en relación a un ataque ruso en la ciudad ucraniana de Járkov el 25 de febrero en el que un solo proyectil despliega bombas más reducidas hasta una distancia de 350 metros. Los impactos se produjeron en las cercanías del Hospital Infantil de la ciudad. Seis ellos cayeron en el patio del centro. Uno de ellos que no explotó permitió identificar el tipo de armamento. Cada cohete puede arrojar 72 subproyectiles.
Un centenar de país ha firmado el tratado de la ONU de prohibición de las bombas de racimo.