En su página web, Interpol tiene claro hoy qué es lo más importante. Al tratarse de una organización policial, hay que deducir que selecciona al tipo más peligroso al que hay que echar el guante.
El primero, cómo no, es Julian Assange, aunque la noticia sólo consiste en recordar que existe una orden de arresto contra él con vistas a su posterior extradición. Ya saben, si ven al editor de Wikileaks por la calle, avisen a Interpol. Podría estar en cualquier lado.
Y tienen otra Red Notice contra Paul Watson. Reconforta saber que la Interpol, vigilante, está ahí defendiéndonos de los tipos más peligrosos de este siglo.