Continúan las declaraciones de guardias civiles en el juicio del procés, incluida la del teniente coronel Baena, el ‘paciente cero’ de las investigaciones policiales. Empezó tan pronto, mucho antes de la convocatoria del referéndum, que las defensas están convencidas de que se trató de una investigación prospectiva, algo que viciaría en origen a toda la causa.
Un triángulo con muchas aristas: Jordi Sànchez, la masa y dos guardias civiles.
Vuelven los sucesos del 20 de septiembre de 2017 ante la Conselleria de Economía con la declaración de los dos tenientes de la Guardia Civil que dirigían la comisión judicial que registró varios despachos en el edificio y que no pudo salir hasta la madrugada.
El teniente coronel Baena prende la mecha del polvorín y Melero saca el extintor.
El responsable de casi todas las investigaciones policiales del procés califica de «clima insurreccional» lo que ocurrió en Catalunya hasta la aplicación del 155. Baena se mostró como lo que es: uno de los principales testigos de la acusación y por tanto alguien que endosó desde el primer momento la versión que sostienen los fiscales. Quedó patente cuando habló del «clima insurreccional» en Catalunya tres veces en los primeros minutos.
Se empieza declarando la independencia de Catalunya y se acaba perdiendo los buenos modales.
Los fiscales llaman a declarar a decenas de agentes para desmentir la imagen pacífica del movimiento independentista defendida por los acusados, lo que permitió un homenaje involuntario a Thomas de Quincey.