En relación a la polémica por las últimas declaraciones de Richard Dawkins sobre el Islam, Daniel Trilling escribe un artículo en el que lo más interesante son sus observaciones sobre la visión de la religión por ateos o agnósticos:
«El censo de 2011 revela que 14,1 millones de personas en Inglaterra y Gales se describen a sí mismos como alguien que «no tiene una religión». Es una cuarta parte de la población y supone un aumento del 67% (en esa categoría) desde 2001. ¿Significa eso que Gran Bretaña se ha convertido en un lugar más inteligente en la última década? Lo dudo.
Declararse como no creyente, o ateo, no te concede un billete garantizado hacia las soleadas tierras de la verdad y la razón. Y si crees que la religión organizada es simplemente un producto de creencias equivocadas, entonces pierdes la capacidad de comprender por qué ha crecido y cambiado históricamente, y por qué las formas politizadas de religión son tan atractivas para millones de personas por todo el mundo.»
El artículo es interesante por lo que dice y por quién lo dice. Trilling es el próximo director de la revista New Humanist, un lugar de encuentro desde hace más de un siglo de la comunidad laica y racionalista británica. Allí han escrito desde HG Wells y Eric Hobsbawm hasta Phillip Pullman, Christopher Hitchens, Noam Chomsky y también Dawkins.
El debate entre valores religiosos y valores laicos, entre creyentes y no creyentes, mucho más abierto y civilizado en Gran Bretaña que en España, no es posible sin un reconocimiento mutuo sobre lo que aporta ‘el otro lado’, más allá de invectivas y acusaciones sobre el extremismo del contrario.
Históricamente, eso ha sido difícil en ambos países: en Gran Bretaña tuvieron en siglos anteriores su cuota de guerras de religión; en España era más complicado dado que sólo había una (aunque la Reconquista bien podría considerarse como tal). Lo que está claro es que aquí en el siglo XX la religión organizada hizo todo lo posible para imponer sus valores a toda la sociedad, a veces con aliados execrables.
Ahora el debate es posible y debería ser diferente. Tampoco se puede impedir, mucho menos a través de los tribunales, que haya provocaciones por motivos artísticos o ideológicos, como esa portada con Ricky Gervais y otros muchos ejemplos. Es lo que tiene la democracia, esencialmente incompatible con las leyes antiblasfemia. Pero precisamente la democracia debería permitir un diálogo que no se reduzca a ‘los ateos odian a los cristianos y tienen una influencia nefasta’ o ‘los cristianos creen en cosas absurdas y no deberían tener un papel en el debate público de ideas’.
Siempre me he preguntado por qué la alternativa a la asignatura de la religión no podía haber sido el estudio de la historia de las religiones. Trilling podría haber estado de acuerdo. Pero en fin, eso es otra historia.
En Guerra Eterna:
—Godwin que estás en los cielos. Septiembre 2010.
—El lado humorístico de la religión. Marzo 2008.
El debate mas abierto en Inglaterra?? Por Dios si tienen a al Qeda metida dentro.
https://www.youtube.com/watch?v=psZBaJU_Cvo
«Y si crees que la religión organizada es simplemente un producto de creencias equivocadas, entonces pierdes la capacidad de comprender por qué ha crecido y cambiado históricamente, y por qué las formas politizadas de religión son tan atractivas para millones de personas por todo el mundo.»
La religión organizada ha triunfado porque históricamente nunca ha habido escasez de idiotas en este mundo. Eso explica el éxito de cosas como la homeopatía o las pulseras PowerBalance, o que todavía haya gente que se crea que Mariano Rajoy es el primer sorprendido al descubrirse los tejemanejes del señor Bárcenas…
Estoy completamente de acuerdo contigo Íñigo. Ahora, más que «Historia de las Religiones», yo incluiría en las escuelas una «Formación religiosa» que incluya la historia de las religiones y el hecho religioso en sí, abordando todas las religiones que se puedan y sus diversos aspectos, así como fenómenos como el ateísmo, el agnosticismo, y el deísmo. Y le daría tanta importancia como a la filosofía u otras asignaturas de humanidades. La escuela creo que debe educar a individuos críticos (no solo en la religión sino también en la política, por poner otro ejemplo de lo que se ha desterrado de las mismas), y sin conocimiento los individuos no pueden ser críticos (que más o menos es lo que pretende esta sociedad en la que vivimos).
«Siempre me he preguntado por qué la alternativa a la asignatura de la religión no podía haber sido el estudio de la historia de las religiones»
Porque sería otorgarle una diferenciación que no amerita. Para eso ya está la asignatura genérica de Historia.
¿Por qué no entonces una asignatura de historia militar? ¿Historia de la ciencia, del lenguaje, historia del arte, de la filosofía, de la matemática, de la agricultura, de la política….?
¿Porqué la historia de la religión merece una asignatura aparte?
Por otro lado. Personalmente soy partidario de prohibir la religión en las aulas. También los colegios concertados de curas y toda esa estructura de adoctrinamiento, pero suponiendo que tenga que haber una asignatura de religión y una optativa para quienes no quieren dar la de religión, esta debe ser en el mismo plano en que la de religión se justifica, que es en la cuestión de los valores.
Es por ello que de haber una asignatura de religión y su optativa, en mi opinión esta debe estar orientada a la ética, la moral, la filosofía, etc., que es donde la religión pretende justificarse como asignatura.
La «historia de las religiones» no puede ser una alternativa a la asignatura de religión (adoctrinamiento religioso, más bien) porque eso significaría que los que estudien «religión» quedarían ignorantes de la historia de las religiones; no conocerían más que los mitos de su propia religión. La historia de las religiones deben estudiarla todos, dentro de la asignatura de historia, como corresponde.
La alternativa a la asignatura de religión debe ser, o bien una asignatura de «ateísmo y racionalismo», o bien salir una hora antes del cole y hacer lo que le de la gana al chaval. Lo que a los padres les parezca mejor. Porque esas son las alternativas a la religión: ser reflexivamente ateo o pragmáticamente agnóstico.
Un manantial y un grifo son conductos diferentes por los que el agua fluye; por el uno lo hace libre y por el otro, domesticada ¿Por qué tanto énfasis en los grifos?
El perro suelto, por el hecho de no llevar collar, no toma decisiones arbitrarias y por corretear en solitario no deja de formar manadas cuando lo necesita ¿Seguimos promocionando a los «pastores» que venden carne?
El perro sin amo no tiene odios registrados, se aproxima a todos pidiendo sobras de amor y rancho, y sólo se vuelve peligroso cuando se cansa de que le devuelvan patadas y bufidos ¿A quien interesa la competición moralista?
Lo curioso es que es en los espacios geográficos donde predomina el hombre domesticado y complaciente, es donde surgen más individuos que se han arrancado el chip de la ganadería religiosa o, que nunca han presumido de matrícula reconocida oficialmente.
Siempre la misma mierda de canción cuando uno se enreda en la ignorancia.
De entrada, soy ateo. Por si acaso. Pero el hecho es que la religión es un fenómeno prácticamente universal, y como tal es un objeto de estudio particularmente importante para las ciencias humanas. En ese sentido, estoy de acuerdo con la afirmación de Trilling «Y si crees que la religión organizada es simplemente un producto de creencias equivocadas, entonces pierdes la capacidad de comprender por qué ha crecido y cambiado históricamente, y por qué las formas politizadas de religión son tan atractivas para millones de personas por todo el mundo.” Pero no veo la necesidad de estudiar religión (como creyente), ni historia de la religión, para comprender el fenómeno. Más bien haría falta introducir a los alumnos de secundaria en las aproximaciones antropológicas de la religión, que no faltan y explican bastante bien el fenómeno.
También de acuerdo con «Declararse como no creyente, o ateo, no te concede un billete garantizado hacia las soleadas tierras de la verdad y la razón.» Es evidente, y dudo mucho que ningún ateo piense eso. Lo que es evidente es que ser creyente te concede un billete garantizado a las sombrías tierras del engaño y de la sinrazón.
«¿Significa eso que Gran Bretaña se ha convertido en un lugar más inteligente en la última década? Lo dudo.»
Utilizando el software de Hans Rosling (la base de datos de estadísticas más completa que conozco ), http://www.gapminder.org/podemos observar que desde el año 2001 hay diferentes factores que han mejorado que pueden indicar que la sociedad británica es más inteligente que hace 10 años.
– El índice de desarrollo humano ha mejorado
– La esperanza de vida ha aumentado
– La mortalidad infantil ha disminuido
Lamentablemente no hay datos sobre alfabetización y no he podido encontrar datos sobre la evolución del CI durante los últimos años.
Por supuesto no es una correlación definitiva y hay muchos peros, pero personalmente a la pregunta:
¿Considera usted que una sociedad que vive más años, pierde menos niños y mejora su índice de desarrollo humano es una sociedad más inteligente que al inicio del periodo estudiado?
Mi respuesta es sí, sin duda.
Dice uno por ahí arriba:
«De entrada, soy ateo. (…) Lo que es evidente es que ser creyente te concede un billete garantizado a las sombrías tierras del engaño y de la sinrazón.»
De donde se colige que, efectivamente, declararse ateo no concede un billete garantizado hacia las soleadas tierras de la verdad y la razón.
La asignatura alternativa a religión debería ser, obviamente, ateísmo. Sólo entonces estarían en igualdad de condiciones.
«Y si crees que la religión organizada es simplemente un producto de creencias equivocadas, entonces pierdes la capacidad de comprender por qué ha crecido y cambiado históricamente, y por qué las formas politizadas de religión son tan atractivas para millones de personas por todo el mundo.”
Depende de la definición de equivocadas que le des. Si hablamos de la religion como fenómeno social e individual, desde su dimensión como dimensión de la experiencia humana, o como método de sobrellevar el estrés de la existencia, pues definitivamente calificarlas de «equivocadas» es una patochada, pero si hablamos de equivocadas como técnicas de control social o como un sistema superior de explicación del mundo natural, pues definitivamente sí, están equivocadas. Y vamos, creo que no hace falta especificar a qué clase de definifición se refiere la mayoría de los ateos…