Menudo vodevil anoche en la convención demócrata. Varias votaciones a grito pelado para aprobar enmiendas en el programa del partido. La que más ha llamado la atención es la petición de que EEUU reconozca Jerusalén como capital de Israel. En otras palabras: momento de pánico al descubrir que la propuesta original no contemplaba la acostumbrada genuflexión ante el Estado de Israel.
Se trata de una medida vacía de contenido que se aprueba con frecuencia en los programas de demócratas y republicanos desde hace años. Luego, gana uno de los dos candidatos y el Departamento de Estado pone el asterisco de costumbre. La medida se congela para no poner en peligro las necesidades de la política exterior norteamericana y su participación en negociaciones de paz.
Incluir esta reclamación en el programa electoral es una medida preventiva con la intención de no permitir que el rival denuncie escandalizado que se está abandonando la sagrada causa de Israel. Como así ocurrió hace unos días en la convención republicana.
Aparentemente, ayer se desató el pánico en el cónclave demócrata y se produjo un espectáculo circense. La referencia a Jerusalén, que sí apareció en 2008, se eliminó en 2012 porque el criterio fue que el programa se basara en la política exterior de Obama en el primer mandato. En una reunión de hace un mes, representantes del lobby judío (AIPAC) no solicitaron que se incluyera una referencia específica a Jerusalén.
Otro elemento ridículo fue que a los pocos minutos portavoces de la Casa Blanca afirmaron que desde luego el presidente estaba enterado de la iniciativa y, cómo pueden dudarlo, se siente representado por la enmienda.
La enmienda también insertó la palabra «Dios». Qué descuido. Si se les pasa, lo mismo la gente va a pensar que la mayor inspiración de los demócratas procede de Satanás.
Ya sabemos que nunca se es lo bastante proisraelí en la política norteamericana.
Obama nunca ha viajado como presidente a Israel, denuncia el anuncio de la campaña de Romney. Que los profetas le protejan de tamaña iniquidad.
Qué bien la nota, no sabía qué tan absurdos podían llegar a ser.
que siii…que todo tiene que ver con Israel…que es el mal encarnado…que siii, que muerte a los judios….que fijacion, iñigo, hijo
Las cosas como son, Laly. Y más cuando anda AIPAC por medio.
Yo creo que los que deben reclamar Jerusalén como su capital son los propios yankees, así ganan un poco de historia que es lo que realmente les hace estar así de agresivos con el resto del mundo, que toda su historia cabe en una asignatura de un año de primaria.
toda su historia cabe en una asignatura de un año de primaria.
Solamente si entendemos la historia como la colección de tonterías y de infamias que suele pasar por historia en el colegio: claro, solo una guerra civil, solo una Consitución y ningún golpe de Estado ni guerra de religión…