George Osborne ha presentado su proyecto de presupuestos para el próximo año fiscal (en el Reino Unido empieza ahora, no en enero). Los titulares coinciden, y lo que cambia es el estilo de cada periódico y su entusiasmo a la hora de apoyar, o no, al Gobierno de Cameron. Esta vez The Times elige el titular que más les gusta a los conservadores (la apuesta por el ahorro) y deja para el subtítulo el dato clave: el voto de los jubilados. Sobre lo de utilizar la palabra ‘revolución’, bueno, ya sabemos que a los periodistas les encanta (junto al término ‘histórico’).
En The Scotsman se dejan de sutilezas con la viñeta. Osborne señala la escarapela («Vote Tory 2015») a una anciana con el bolso lleno de libras.
Lo mismo The Independent. El ministro de Hacienda ayuda a los ancianos con sus fondos de pensiones. Las limitaciones que existían en cuanto a la retirada de dinero de sus fondos de pensiones privados (muy extendidos porque las pensiones públicas son inferiores en el Reino Unido a las existentes en otros países de Europa Occidental) son eliminadas. Los tabloides conservadores Daily Mail y The Sun están encantados.
Los tories han llegado a la conclusión de que antes de las elecciones europeas, aunque su vista está puesta en las generales, tenían que hacer algo con la amenaza de los euroescépticos de UKIP, es decir, con la posibilidad de que su núcleo duro de votantes, de más edad que la media de la población, tuviera la tentación de desertar.
El presupuesto incluye un límite máximo en el gasto social (los subsidios entre los que están las ayudas por vivienda, maternidad, invalidez o calefacción). Los dos primeros son muy importantes para los jóvenes o parejas jóvenes con pocos ingresos. ¿Qué queda fuera de ese gasto máximo? Pensiones y subsidio de desempleo.
No lo olvidemos. Los viejos votan. Están todo el día quejándose y gruñendo, pero llega el día de las elecciones y se presentan como un ejército disciplinado en el colegio electoral. Los jóvenes dudan, se ponen estupendos con la oferta política disponible, no están interesados en la política o creen que todos los partidos son iguales… y al final les joden y al final no están entre las prioridades de los políticos.
[Entrevisté hace miles de años a José Luis Sampedro. No soportaba el término Tercera Edad y lo de anciano no le convencía nada. Todo eso le parecía una forma de enmascarar la realidad. Le parecía estupendo que le llamaran viejo.]
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1775: LET THEM EAT CAKE. 2014: LET THEM EAT BINGO! pic.twitter.com/ugaYbI7sy3 #LetThemEatBingo
— Political Scrapbook (@PSbook) March 19, 2014
Bola extra: lo he visto y estaba convencido de que era una parodia. No, era en serio. Lo ha distribuido en Twitter el presidente del Partido Conservador, Grant Shapps. Para las clases populares, menos impuestos en el bingo y una pequeña reducción en la tasa que se carga a la pinta de cerveza. En la mentalidad de Shapps, lo único que interesa a esa gente es echar un trago y cantar bingo.
Con los mejores saludos del Gobierno de los antiguos estudiantes de Eton.
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La economía británica presenta datos de crecimiento mejores que la eurozona. ¿Quiere decir eso que la era de la austeridad está tocando a su fin? Sigue soñando.
Por repetir un cálculo que tendrá un par de años, en USA, el gobierno federal se gasta $7 en los viejos por $1 en los niños (y, de rebote, en sus padres, que tampoco peinan canas).
http://www.washingtonpost.com/blogs/wonkblog/wp/2013/02/15/feds-spend-7-on-elderly-for-every-1-on-kids/
Vaya que si votan los hijos de la gran puta.