Horrific pictures from pro-ISIS account of summary execution of Iraqi soldiers pic.twitter.com/lsgq3kckjH
— Hayder al-Khoei (@Hayder_alKhoei) junio 14, 2014
Las terribles imágenes provienen de una cuenta en Twitter partidaria del ISIS en las redes sociales. Decenas de soldados iraquíes fueron asesinados a sangre fría, pero el número real de represaliados puede contarse por centenares. Los transportaron en camiones como si fueran ganado y los obligaron a tenderse en el suelo en fila. Una hilera de yihadistas armados con fusiles los iba eliminando de forma fría y metódica.
Los soldados son descritos como chiíes, es decir, no fueron eliminados por ser soldados, sino por ser chiíes.
La intención del grupo yihadista no es tanto derrocar al Gobierno de Bagdad, lo que está probablemente fuera de sus posibilidades, sino provocar una nueva guerra civil entre suníes y chiíes, como la de 2006 y 2007, para poder contar con el apoyo de los primeros y estar en condiciones de controlar la mayoría de las zonas donde viven. Una represalia masiva con bombardeos, como ha ocurrido en los últimos meses en algunas zonas de Faluya, les sería muy útil para sus propósitos.
Por eso, en Mosul los yihadistas han vaciado las cárceles (una medida popular porque muchos de sus habitantes creen que los suníes son encarcelados injustamente), han reanudado el suministro de agua y electricidad y han reducido el precio del combustible. Esta vez confían en que las tribus suníes no abandonen la causa yihadista como ocurrió hace siete años. La táctica será la misma que entonces: el asesinato indiscriminado de los chiíes por ‘herejes’. Es una guerra de religión dentro del Islam.