Mafia

Cómo la Mafia se aprovechó del vacío de poder creado por el fin del feudalismo. 1893: primer asesinato político de la Mafia. La mano dura de Mussolini. Los amigos de EEUU: Luciano, Anastasia, Costello… El mafioso que como venganza puso una bomba en la tumba de un rival porque le había chafado la venganza al morirse un año antes de su salida de prisión. Donnie Brasco, seis años infiltrado. El asesinato de 45 sindicalistas y políticos de izquierda entre 1944 y 1966, todos impunes. El saqueo de Palermo a mayor gloria de la Mafia y la DC. Ernesto Ruffini, arzobispo de Palermo entre 1946 y 1967: «La Mafia no existe. Es un invento de los comunistas para atacar a la Democracia Cristina». Totò Riina aniquila a la aristocracia mafiosa de Palermo: «Hasta el vigésimo grado de parentela y desde los seis años». El beso de Riina a Andreotti. El proyecto de la Mafia de volar la torre de Pisa con una bomba. El asesinato de Salvo Lima que puso fin al pacto histórico de la Mafia y la DC de Andreotti. La amistad de Pablo VI y Michele Sindona. El dinero sucio del Vaticano. Calvi, colgado bajo el puente de los Blackfriars en Londres. Los héroes antimafia abandonados a su suerte por el Estado. Los 14,3 metros de diámetro del cráter provocado por la explosión que mató al juez Falcone. El juez Borsellino, asesinado 57 días después. Los ocho años que se pasó Riina en un chalé con piscina a la vista de todos. Provenzano, el capo que se hizo pasar por tonto. Fin de la campaña de atentados a finales del 93; en 1994 Berlusconi gana las elecciones y se desmantela la legislación antimafia. Marcello Dell’Utri, enlace entre la Mafia y Berlusconi. Riina: «Estas personas las tenemos que proteger, son nuestro futuro».

Vuelta a empezar.

Todo esto y más, mucho más, en el libro ‘Crónicas de la Mafia’, de Íñigo Domínguez, publicado por Libros del K.O. Espeluznante.