Marina Amaral es una artista brasileña que colorea fotos antiguas en blanco y negro. En esta imagen aparecen soldados franceses en la guerra franco-prusiana de 1870. «Cuando coloreo una imagen, siento que estoy recreando un suceso que podría haber ocurrido ayer. Las fotos en blanco y negro son maravillosas y poderosas, pero con sus colores es más fácil crear una conexión más íntima y poderosa», dice.
En algunos casos, sin el blanco y negro se pierde cierto dramatismo, sobre todo en imágenes de guerra, pero, como dice ella, las imágenes se nos presentan más cercanas y pueden acercarnos esos acontecimientos que ya no parecen de un pasado tan lejano. Las tres fotos de una niña polaca, Czeslawa Kwoka, de 14 años y prisionera en el campo de concentración de Auschwitz, demuestran que la foto es igualmente dolorosa de ver con todos los colores.
Las fotos de Amaral pueden verse en su web y su Twitter. Pueden verse otros ejemplos de su trabajo aquí y aquí.