La presidencia de Trump está ofreciendo un material inagotable a los guionistas de Saturday Night Live. Pero, como es habitual e imprescindible en la parodia, están yendo mucho más allá, probablemente motivados porque saben que Trump les está viendo.
En el episodio de este sábado, utilizan las llamadas telefónicas a los dirigentes de Australia, México y Alemania. Hay un momento tan sutil como un martillazo cuando Trump –es decir, Alec Baldwin– cuenta a Merkel que está escribiendo sus memorias, que las va a titular ‘Mi lucha’ y le pregunta cómo se traduciría al alemán.
Decepcionado por cómo han ido las conversaciones, Bannon le aconseja llamar a un país pequeño para poder amenazarle a gusto. Pero decide telefonear al dictador de Zimbabue y este termina insultándole («little white bitch»).
Se ha escrito mucho en estas dos semanas sobre la influencia de su consejero, el ultra Stephen Bannon (ya caracterizado de forma permanente como La Muerte), y los guionistas lo aprovechan en el final del sketch cuando se revela quién es el auténtico presidente.
En otros momentos del programa, la actriz Kristen Stewart recuerda la extraña obsesión de Trump con ella de hace unos años. Y hay otra buena parodia, la de un enloquecido portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en la rueda de prensa.
Hilarious surprise appearance by @melissamccarthy as Sean Spicer tonight on @nbcsnl pic.twitter.com/LIhHkwDAob
— Mark Maddalina (@MMaddalina) February 5, 2017