El mensaje semanal de Obama de los sábados se grabó en Colorado. Es la peor serie de incendios en la historia del Estado desde que comenzaron el 9 de junio: 35.000 hectáreas quemadas, 250 casas destruidas, dos muertos, 30.000 evacuados en los peores momentos (ahora son 10.000), 38 millones de dólares de coste de las tareas de emergencia.
En Valencia, la estimación de hectáreas quemadas llega a 45.000.
El presidente del Gobierno tiene hoy otras cosas en las que ocupar su tiempo.
Soy un poco escéptico sobre el valor que tiene la presencia de autoridades políticas nacionales sobre el terreno cuando se produce una catástrofe de estas características. Lo mejor que pueden hacer es asegurarse de que los servicios de emergencia cuenten con todos los medios necesarios. Pero sería como mínimo ingenuo pretender que estas cosas no tienen valor político. Cuando uno se va a ver un partido de fútbol, por mucha escandalera patriótica que se monte, mientras una zona de tu país está sufriendo una pesadilla como esta, la gente se preguntará con razón cuáles son tus prioridades.
En especial, cuando el Gobierno autonómico, dirigido por tu partido, va a ser incinerado por su peculiar política de prevención.
¿Por ir Rajoy se va a apagar el fuego? Para lo único que sirve su visita es para hacerse la foto pero nada más.
En la Crisis de los incendios de Galicia de 2006, ni Touriño, ni Quintana, ni Suárez Canal (responsable del área) fueron a los incendios, porque Suárez Canal el responsable del operativo estaba coordinando el tema. ¿Hubiera servido de algo que Touriño o Quintana fueran a los incendios? ¿Para hacerse la foto como Frijolito con la manguera?
Es que hay prioridades y prioridades. Lo bueno es que ahora podemos llamar al Papa y pedirle que nos devuelva el favor con una llamadita a Dios para que use sus superpoderes y deje los bosques como estaban antes del incendio con solo chasquear Sus dedos… Y lo más triste es que el día de las elecciones la gente se va a olvidar de esta vaina y volverán a votar a los cuatro corruptos de siempre que dirigen la Comunitat como si fuera su cortijo.
Como bien señala Íñigo, por supuesto que estas cosas tienen valor. Valor simbólico, político. Para algo uno llega a, es presidente de Gobierno. Muy bien señalada la diferencia, por cierto. Muy oportuno este post. Felicidades, espero que lo lea mucha gente.
Hay cosas que hay que hacer simplemente por el valor simbólico. Supongamos que hay dos tipos, Antonio y Blas, que entran en urgencias para extirparles el apéndice. El hijo de Antonio llega poco después, habla con médicos y enfermeras para preocuparse por el estado de su padre, y llama al resto de la familia para transmitir algo de calma. El hijo de Blas no aparece; simplemente, le manda un mensaje al móvil que dice «ponte bien papa me voy al fútbol». Técnicamente, los dos hijos han contribuído lo mismo al éxito de la operación (exactamente, cero), pero a uno lo vemos como a una persona normal y al otro como un c***ón con unos huevos que se los pisa.
En política, lo mismo.
Rajoy obtendrá más réditos dejándose ver en el partido de la selección, especialmente si sale victoriosa, que yendo a visitar el lugar del incendio, por lo tanto como «buen» político ha elegido aparecer en el suceso más mediático.
Huelga decir que el orden de prioridades del contador de nubes, Ansar o cualquier otro político, nacional o autonómico, hubiesen sido las mismas que las de nuestro amado presidente.
El gran combo pepero: montes quemados+recalificacion: EPIC WIN!
Con perdon para los valencianos, pero que se j…tienen lo que han votado durante años
Sant-yago, que se jodan los votantes del PP, no los valencianos en general. El PP sacó el 49% de los votos en 2011, 52% en el 2007 y 48% en el 2003. Básicamente, lo que ocurre en esa comunidad es que la mitad de los valencianos va a joderle la vida al resto.
Eso sí, los votantes valencianos del PP tienen lo que se merecen. Esos sí.
Hmbre @andresrguez, apagar fuego el presidente, no va a apagar, pero, como decían en twitter ayer, tampoco va a rematar ningún corner en la final, su presencia en un sitio u otro es meramente simbólico.