La mejor campaña electoral es la que no se nota. Obama no ha hecho campaña hoy, sino que se ha quedado en la Casa Blanca atento a la situación creada por el paso del huracán Sandy por la Costa Este. Pero ha tenido tiempo para visitar una oficina de la Cruz Roja en Washington y, evidentemente, pronunciar unas breves palabras para la televisión. Con atril presidencial, incluido.
Romney ha convertido su mitin de Ohio en un breve acto llamado «storm relief event», donde se ha recogido comida enlatada para los damnificados. Un detalle bonito, pero inútil. Ni la Cruz Roja ni la agencia federal de emergencias acepta este tipo de ayudas, porque trasladarlas al lugar afectado gasta recursos que se necesitan para otras tareas más urgentes. En estos casos, siempre se recomienda a los que quieren colaborar que hagan donaciones económicas (lo que las dos campañas también han hecho).
El gobernador republicano de New Jersey, Chris Christie, muy popular en su partido, ha elogiado calurosamente a Obama por su ayuda.
Otro detalle no relacionado con los candidatos pero que no hará ninguna gracia a los republicanos. Un idiota que difundió ayer noticias falsas sobre la situación de Nueva York ha resultado ser el director de campaña de un candidato republicano a la Cámara de Representantes.
Mitt Romney está rezando al dios de los mormones para que deje de llover.
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Pensaba que si Obama decidía viajar a Nueva York a comprobar personalmente el funcionamiento de los servicios de emergencia, ya se estaría pasando un poco. Casi. Leo ahora que viaja mañana a New Jersey. Parece que va a exprimir hasta la última gota de Sandy.
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Un asesor de Romney tuitea una foto del candidato echando una mano con las cajas… mmm, no es lo mismo.
Oye que bien. Ojala todas las semanas hubiera alguna tormenta con 80 muertos como esta.
Llevamos 4 dias leyendo en «El Pais» lo bien que le puede venir esta tormenta a Obama, que si Sandy es democrata, y gilipolleces varias.
Y se dice sin ningun rubor, sin ni siquiera plantearse que, a lo mejor, es de mal gusto alegrarse de que se pueda utilizar la catastrofe (80 muertos, ojo) para arañar unos votos.
Ahora en casa tenemos una tragedia con 3 muertas calentitas, y dos moribundas en el hospital. ¿Podemos decir (sin vomitar) que si se hace bien Tomas Gomez le debera una a Halloween?.
Nos estamos volviendo unos miserables insensibles.
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