A esta hora las últimas informaciones indican que los antidisturbios se han retirado de la plaza Taksim, en Estambul, dejando el campo libre a los manifestantes. Es una victoria momentánea del movimiento cívico contra el Gobierno conservador de Erdogan, que ha apostado estos cinco días por la respuesta policial más contundente (fotos). Es otro caso de un Gobierno que cree que una mayoría absoluta en las urnas le permite dictar quién puede manifestarse en la calle y de qué manera.
El motivo de la protesta es casi liviano comparado con la crudeza de las imágenes: el parque Gezi va a ser levantado para construir un centro comercial. En el fondo, laten sentimientos de furia y rechazo a un Gobierno imbatible desde hace una década en el Parlamento, habituado a contar con el 50% de los votos y con una oposición débil e incapaz de hacer mella en el partido en el poder. No es un régimen de partido único, pero la falta de alternancia y los en general buenos resultados económicos han convertido a Erdogan en un político que tiende a creer que es el líder vitalicio de Turquía.
Los jóvenes de Estambul y de otras ciudades denuncian la islamización silenciosa de la vida cotidiana. Esa oposición latente es menor en el interior del país, aunque relevante en las grandes ciudades.
La reacción inicial del primer ministro, en el poder desde 2003, ha sido la clásica en las protestas ocurridas en buena parte de Europa. Admitir algunos excesos policiales, pero cargar la mano sobre la supuesta intención violenta de los manifestantes, la ocupación de espacios públicos y el hecho de que representan a menos gente que el partido del Gobierno. Inevitablemente se ha referido a «fuerzas oscuras relacionadas con el terrorismo» con la intención de criminalizar a los manifestantes.
Resulta difícil de creer que esta movilización pueda poner en peligro el poder de los islamistas. Erdogan continúa siendo el político más popular y el crecimiento está asegurado en la economía. Pero con el poder casi absoluto viene con frecuencia la arrogancia, despreciar a la gente que se atreve a salir a la calle y responder a cualquier provocación con la máxima violencia permisible.
–En Twitter: #occupygezipark, #occupyturkey, #occupygezi.
—
Is there a Social-Media Fueled Protest Style? An Analysis From #jan25 to #geziparki. Zeynep Tufekci.
—
22.30
Erdogan ha presumido de que por muchos manifestantes que haya en la calle él puede sacar muchos más. Lo cierto es que el predominio electoral del Partido Justicia y Desarrollo es evidente. En las elecciones de 2011, obtuvo el 49,8% de los votos (lo que le dio 327 escaños sobre 550). Los dos mayores partidos de la oposición se quedaron con el 25,9% y el 13%.
Como se puede ver en el mapa, el partido de Erdogan fue el más votado en la mayor parte de las provincias del país. Sólo en la costa occidental, incluida Estambul, la oposición es más fuerte. En este mapa, se aprecia mejor el porcentaje de votos del partido en cada provincia.
Corrección:
Como dice Joaquín en los comentarios, el partido de Erdogan sí fue el más votado en las tres circunscripciones de Estambul.
Si Erdogan no fuera de los nuestros, ya estaríamos leyendo en toda la prensa del régimen titulares como «Aviones de Erdogan bombardean manifestantes desarmados y matan a 10 000»
Pero, ¿No habíamos quedado en que los islamistas de Turquía eran «diferentes», moderados y democraticos? Una vez mas crece la bestia fascista, y una vez mas Occidente cierra los ojos y repite dulces mentiras para justificar la inaccion.
Desde Pakistán en 1948 hasta Siria en 2013, el islamismo está conquistando el mundo, y ademas cada vez mas rapido: Irak, Egipto, Mali, Siria. Ha barrido el socialismo árabe, el nacionalismo árabe y está anulando la influencia occidental, herencia de los tiempos coloniales. La siguiente etapa será Europa: si no me creeis, preguntad en Estocolmo. El que tenga ojos, que vea.
El problema aquí no es tanto el islamismo como el militarizado Estado turco.
Lo que hacen las fuerzas represivas en ese parque de Estambul es una caricia con lo que han hecho durante décadas en el Kurdistán.
El mapa NO muestra que la oposición haya ganado en Istambul, el mapa dice que el partido mayoritario también fue más votado en Istambul.
«Alguien» está moviendo las sillas en Turquía y él lo sabe.
En cuanto al «crecimiento asegurado» en Turquía…Pues que me entra la risa, señor mio.
A cuenta de la, ya conocida por los españistanies: la ¿generosa? expansión crediticia de estos últimos años por parte de los bancos ¿Déjá vu? con millones de liras turcas que, realmente, no existen ¿Le va recordando algo?’ y creando esa maravillosa burbuja económica que, inevitablemente, va a reventar. La única discrepancia, al respecto, es la fecha de la misma. Experiencias vendo y para mi no tengo…
Menud represión hay en Turquía…1000 detenidos e islamistas en el poder… hay que crear un area de exclusión aerea para proteger a los civiles y así poder llevar la democracia a Turquía.
Eso no se va hacer porque es país «colega» ¿verdad?
El pasado 29 de abril se reunieron 140 organizaciones de más de 80 países en Estambul bajo el título Por la paz en Siria, se aprobó oponerse a las políticas agresivas contra Siria. Por ello no es de extrañar las revueltas que puedan surgir contra la política del actual gobierno turco sumiso a Israel y EEUU.
Pingback: El estallido contra Erdogan: un poco de análisis | Recortes de Oriente Medio
Casi se respira tanto antiloquesea ( en los comentarios) como antimatemáticas en general… cuando nos meteremos en la cabeza que sacar menos del 50% en votos y más del 50% en escaños no puede ser democrático (aunque se le vista de seda!)?