Dennis Skinner –diputado laborista desde 1970 nada menos y que trabajó como minero durante 20 años– es uno de los parlamentarios británicos de lengua más afilada, lo que quiere decir que practica el insulto político con una interesante mezcla de originalidad y persistencia. En la sesión del lunes en la que David Cameron habló del dinero que ganó gracias a los negocios de su padre en paraísos fiscales, Skinner le llamó «Dodgy Dave» (dodgy significa deshonesto, inmoral).
El presidente de la Cámara le ordenó que retirara la palabra. En los Comunes ni siquiera se permite acusar a otro parlamentario de mentir, con lo que los diputados utilizan todo tipo de subterfugios verbales para atacar al rival sin traspasar los límites. Skinner no es de los que se cortan y, como tantas otras veces, fue expulsado de la Cámara. Como si eso le importara mucho.
Las mejores actuaciones de Skinner, orgulloso republicano, tienen lugar justo antes del discurso anual de la reina, donde se dedica a burlarse del Blackrod, el cargo ceremonial que llega a la Camara para anunciar la llegada de la monarca. Aquí hay una selección de esos momentos.