Pablo Ferro, maestro de los títulos de crédito

Ha muerto Pablo Ferro, nacido en la provincia cubana de Oriente en 1935, al que podemos recordar con admiración por los títulos de crédito que hizo para varias buenas películas, aunque también hizo otras cosas en el cine. Los de ‘Teléfono rojo’ (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb) fueron los primeros títulos que realizó. En una entrevista, contó cómo empezó a trabajar con Stanley Kubrick. Primero, le encargaron el tráiler, que también se alejaba bastante de lo habitual. A Kubrick le gustó mucho el resultado y volvieron a verse:

«Los títulos de Strangelove fueron algo hecho en el último momento. No tuve mucho tiempo para producirlos. Surgió de una conversación con Stanley. Hablamos dos semanas después de que yo acabara con todo. Me preguntó qué pensaba de los seres humanos. Dije que hay algo en los seres humanos que hace que todo lo que es mecánico, inventado, es muy sexual. Nos quedamos mirándonos y nos dimos cuenta, esos B-52 abasteciéndose en vuelo, claro. ¿Qué hay más sexual que eso? La idea le encantó. Quería que lo hiciéramos con unas maquetas que teníamos, pero le dije, déjame que busque en imágenes de archivo, seguro que (los fabricantes de aviones) están orgullosos de lo que han hecho y que hay imágenes tomadas desde todos los ángulos».

Volvió a trabajar con Kubrick con el tráiler de ‘La naranja mecánica’. Ahí llevó el límite el estilo similar al de una campaña publicitaria que había ejecutado en ‘Teléfono rojo’, pero llevándolo al extremo con un montaje rápido, casi maníaco, muy propio de la película.

Son suyos los títulos de ‘El secreto de Thomas Crown’, donde también se ocupó del diseño de las escenas con pantalla partida en varias imágenes.

Su relación con Steve McQueen le permitió repetir con otra película protagonizada por el actor, ‘Bullitt’, que integra los títulos con la primera escena. En ‘The Russians Are Coming’, hizo un alarde de simplicidad jugando con las banderas estadounidense y soviética, además de música patriótica de ambos países, muy apropiado con el tono satírico del filme.

Un trabajo realmente interesante fue el que hizo para ‘Todo por un sueño’, un thriller de Gus Van Sant con Nicole Kidman al frente del reparto. Los títulos empiezan de forma convencional con planos generales de la ciudad donde se producen los hechos y cambian de estilo de improviso para adentrarnos en lo que es un escándalo pasto de la prensa tabloide.

Fue una decisión artística forzada por las circunstancias. En los preestrenos en los que se pide al público que opine sobre la película, parecía haber cierta confusión sobre el personaje de Kidman. Los títulos se cambiaron para presentarla mejor a la audiencia.

 

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