Se necesita algo más que una crisis financiera, la caída del precio del petróleo y el hundimiento del rublo para poner nervioso a Vladímir Putin. Su conferencia de prensa anual con la que hace balance del año ha ofrecido su imagen tradicional, un líder que planta cara a Occidente y al que no ponen nervioso los problemas económicos del país.
El presidente ruso ha dicho que la actual crisis de Rusia sólo durará como mucho dos años. Él no permitiría otra cosa. Y a los países occidentales: el oso ruso sólo quiere comer miel y fresas. Son sus enemigos los que quieren encadenarle.
Tres horas y diez minutos de rueda de prensa dan para mucho. Para los valientes, abajo está el vídeo completo.