Un equipo de BBC News ha entrado en una UCI del University College Hospital en Londres para contar cómo es la batalla diaria del personal médico para salvar la vida de los enfermos de coronavirus. Como ejemplo de los cambios que están realizando muchos hospitales para adaptarse a la emergencia, se trata de la zona de recuperación situada junto al quirófano que ahora ha sido habilitada como unidad de cuidados intensivos. Todos los pacientes se encuentran en estado crítico, aunque algunos se recuperan.
«Nunca había visto nada parecido a esto, ni siquiera en los atentados de Londres. Nunca (tantos pacientes) en tan poco tiempo», dice una enfermera con 23 años de experiencia. «Quizá era un poco ingenuo cuando empezamos y pensé que los pacientes serían gente mayor o con problemas de salud anteriores. Tenemos una mezcla de gente de más de 40 o más de 70 años. Muchos tienen también hipertensión o diabetes o enfermedades respiratorias, pero algunos han pasado por aquí y eran jóvenes o en buen estado de salud antes», explica el médico que dirige la unidad.
El reportaje nos muestra el momento en que deciden dar la vuelta a un enfermo para ponerlo boca abajo (eso libera la presión sobre los pulmones). No menos de seis personas tienen que ayudar para realizar una tarea no muy complicada en condiciones normales, pero más difícil cuando el paciente está conectado a un sistema de ventilación.
Médicos y enfermas aparecen con todo el vestuario de protección. Explican que no pueden estar más de dos horas seguidas en esas condiciones sin necesitar un descanso. La situación es muy estresante y no todos los médicos o enfermeras pueden soportar el trabajo en una UCI. Sus turnos de trabajo son extenuantes. Doce horas al día. Sesenta horas a la semana.
Tras el reportaje, el presentador del informativo pregunta al reportero qué mensaje quería ofrecer el personal médico al permitir la entrada de la cámara. «Quédense en casa», responde. «Es absolutamente vital que la gente se tome en serio el distanciamiento social».