El cierre parcial de la Administración federal de EEUU ya ha permitido que se produzca una de esas frases de los políticos que tanto gustan a la gente. «Nuestro país fue fundado por genios, pero está siendo gobernado por idiotas», dijo el viernes el senador John Neely Kennedy, republicano de Luisiana.
Los idiotas no se han convertido en genios, pero al menos republicanos y demócratas alcanzaron un acuerdo el lunes que permitirá volver a dotar de fondos al Gobierno federal, pero sólo hasta el 8 de febrero.
Los republicanos se han comprometido a negociar el destino de los Dreamers, unos 800.000 jóvenes que llegaron como niños a EEUU con sus familias sin que sus padres tuvieran papeles para residir legalmente en el país, y que ahora están amenazados por la deportación. No es un compromiso muy definido, con lo que la interpretación más extendida es que han sido los demócratas los que han cedido, aunque sólo para tres semanas.
En 25 años, los congresistas han forzado en cuatro veces el llamado shutdown, por su incapacidad de pactar el presupuesto o la asignación de fondos que permite que la Administración central siga operando. Los republicanos son expertos en provocar esa situación. En esta ocasión, los demócratas también la contemplaron como arma negociadora, aunque al final la mayoría de ellos cedió en el Senado y votó el acuerdo que ha puesto fin a la última crisis.
La imagen de un país desarrollado con un Gobierno que no puede pagar salarios a sus funcionarios (incluidos aquellos que sí tienen que ir a sus puestos por trabajar en funciones consideradas esenciales) es lamentable. El impacto económico inmediato no ha sido muy grande en esta ocasión. La reputación con que se queda la política es mucho peor.
¿Pero luego los votantes hacen pagar a los políticos ese descrédito? Los datos indican que no. FiveThirtyEight echa la vista atrás a anteriores cierres de la Administración y llega a la conclusión de que, si bien los sondeos registran subidas y bajadas a corto plazo, esos efectos no duran mucho:
«Los republicanos se habían recuperado en febrero de 1996 (tras el bajón inicial en los sondeos por el cierre de 1995-1996), sólo un mes después de que acabara el periodo final del cierre. Y en las elecciones de ese año, mantuvieron sus mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado. Mientras tanto, (Bill) Clinton recuperó el apoyo perdido en marzo de 1996. Luego ganó la reelección con facilidad en 1996. Básicamente, América entrega otra vez las riendas del poder a los mismos que cerraron el Gobierno».
Entonces, siguiendo la frase del congresista Kennedy, ¿quiénes son los idiotas? ¿Los elegidos o los que eligen?
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Foto: retirada de nieve frente al Capitolio de EEUU en Washington. Architect of the Capitol CC, Flickr.