—How NRA’s true believers converted a marksmanship group into a mighty gun lobby. The Washington Post. Una muy completa historia de la NRA. No siempre fue un reducto de radicales. Hoy tiene cuatro millones de miembros, 781 empleados, 125.000 voluntarios e ingresos anuales de unos 200 millones de dólares.
—How Hollywood Made the Gunmakers’ Day. Mother Jones. Los fabricantes de armas saben que el cine es un socio muy especial.
—Don’t Blame Video Games for Real-World Violence. ¿Videojuegos y violencia?:
Youth violence has declined to 40-year lows during the video-game epoch, and countries that consume as much violent media as we do, such as Canada, the Netherlands, and South Korea, have much less violent crime, even if you factor out gun violence.
—Nuclear weapons didn’t end World War II! Salon. Dos mitos sobre las armas nucleares cuestionados. En primer lugar, la idea de que Japón se rindió a causa de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki.
Wilson draws on detailed minutes from the meetings of the Japanese Imperial Staff to make two things clear; first, that the bomb did not have a disproportionate influence on Japanese leaders’ deliberations and psyche, and second, that what did have a very significant impact on Japanese policy was the invasion of Manchuria and the Sakhalin Islands by the Soviet Union.
Tiene sentido.
Era elegir rendirse a los sovieticos o a los norteamericanos.
Cuando la guerra en Europa quedó sentenciada, cosa que sucedio al fracasar la invasion de Rusia, solo quedaba decidir a quien rendirse.
Con los sovieticos estaba clarisimo que no habria quedado ni rastro de Hiro Hito.
Las bombas entonces tenian como proposito tanto acelerar y asegurar la captura del Japon como enviar un mensaje a los sovieticos.
Los useños, tuvieron claro que el aliado sovietico era una variante del nazismo, asi que no se encarnizaron con los paises ocupados, siquiera con la dictadura franquista. Lo prioritario era evitar que pudieran devenir en peones o aliados de los sovieticos.
El documental de Oliver Stone «The Untold Story of the US» cuenta lo mismo de forma bastante convincente. No sólo eso, sino que también cuenta que Truman sabía que los japoneses no se iban a rendir por la bomba atómica y que se lanzó más como demostración de fuerza para los soviéticos que para conseguir la rendición japonesa. Por supuesto, el tiro les salió por la culata, y los soviéticos quedaron convencidos de que los US no eran aliados o superiores sino enemigos, y que debían conseguir sus propias bombas nucleares a cualquier coste. Y así empezó la guerra fría.