Romney juega desde el centro y gana el primer asalto

Sorpresa. Mitt Romney no simuló lo que no es (un ultra furibundo) y le fue bien. Hizo una muy buena intervención inicial en minuto y medio, y marcó los términos del debate.

No fue una sorpresa que Obama se mostrara arrogante y retraído. Es su carácter. Hay que sumar a eso el aura presidencial que siempre acaba por comerse al personaje. El político más poderoso del planeta tiene que bajar al cuadrilátero y aparentar que no le molesta. Obama no es bueno fingiendo eso. No es Bill Clinton.

Leo que Obama utilizó una media de 172 palabras por minuto. Romney, 217. El republicano iba bien preparado, habló rápido sin comerse las palabras, sin divagar, yendo directamente al grano en la mayoría de los casos. El presidente dudaba, empezaba demasiadas veces con un «first of all», hacía algunas pausas innecesarias. Cuando Romney le interrumpía –no de forma demasiado agresiva–, le costaba coger otra vez el hilo.

Nunca cometió un error dramático, pero la impresión general de los medios es que Romney ganó el debate con claridad. Luchar contra esa percepción de los periodistas y analistas no tiene sentido. Hasta ahora, la campaña consistía en que los demócratas dejaban pasar el tiempo hasta que los republicanos, empezando por su candidato, hacían o decían algo que les hundía aún más. Romney ha puesto fin a esa sangría y, a pesar de sus limitaciones, ha sentado las bases para que la carrera vuelva a comenzar.

Claro que si los sondeos de los próximos días no revelan que Romney ha limado dos o tres puntos de desventaja gracias a su actuación, volverán los sudores, las recriminaciones y la idea de que sólo puede hacer daño a Obama recurriendo a la retórica desatada. Es más efectivo si Romney convence a una parte del electorado de que Obama es un incompetente que pretender hacer creer a todos que está llevando a EEUU por el camino del socialismo.

George Bush también se presentó al primer debate de 2004 con la idea de que se trataba de una molesta obligación indigna de su cargo. No se tomó en serio a John Kerry y éste le dio una buena tunda. Contra lo que se ha dicho en los últimos días, los otros dos debates fueron mucho más igualados, lo que permitió a Bush cerrar esa herida. No importa tanto ganar o perder el debate, según los sondeos inmediatos, sino confirmar en ‘prime time’ las debilidades de tu candidatura y aumentar la estatura del adversario. Eso es lo que mueve las encuestas.

Romney respondió anoche bastante bien a la incógnita sobre qué tipo de presidente será y cuáles son sus respuestas a la crisis. Eso no quiere decir que todo lo que dijo encaje con la realidad. Pero recuperó la imagen de lo que parecía que iba a ser antes de que comenzaran las primarias republicanas: un candidato solvente, aunque nada carismático, para una campaña centrada en la crisis económica. Tener que complacer al ala derecha del partido le hizo abandonar el terreno donde podía ser fuerte y dejó al descubierto sus carencias.

Algunos partidarios de Obama no han ocultado que anoche se quedaron profundamente deprimidos. Por lo que cuentan, el plató de la cadena MSNBC parecía un funeral. Andrew Sullivan llegó a escribir: «Puede haber perdido las elecciones esta noche».

No tanto. Es sólo que ha permitido que Romney ocupe una posición central en el duelo. Un grave error. Tiene dos debates más para convencer a los norteamericanos de que cuenta con un plan para su segundo mandato y que el plan de su rival tendrá efectos nefastos para la clase media. No puede aparentar creer que la victoria de 2008 le entregó un mandato de ocho años con un incómodo trámite electoral a mitad de camino.

Arriba está la emisión íntegra del debate. La referencia de Romney a España está en el minuto 32′ 10». La respuesta, inevitablemente cómica, de Cospedal, aquí.

Transcripción del debate.

 

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6 respuestas a Romney juega desde el centro y gana el primer asalto

  1. Atlas dijo:

    A este paso, aún acabará ganando Romney… 😛

  2. Héctor dijo:

    Lo que cuenta Romney es exactamente lo mismo que Rajoy: que bajará impuestos, que recortará el déficit recortando gasto público pero que ello no supondrá ni un solo recorte en prestaciones para los ciudadanos. El mismo tipo de matemáticas imposibles que hizo Rajoy. Obama lo dijo en el debate, que así no salen las cuentas, pero ni caso. No se pueden bajar impuestos (y por lo tanto ingresar menos) y decir que los recortes no se van a notar. Es exactamente el mismo mensaje de Rajoy y ya vemos que sí que notamos los recortes. También dice lo mismo que Rajoy: que la bajada de impuestos hará que se ingrese más porque aumentará el empleo, cuando lo cierto es que si el empleo no ha caído más en EE.UU. es precisamente por los planes de estímulo desde el sector público. Si los recortas aumentará el desempleo y unido a la bajada de impuestos, la recaudación se desploma. Pero el colmo del desporpósito fue lo de la sanidad: Romney llegó a decir que la relativa universalización de la sanidad que supone Obamacare hará que muchos pierdan su cobertura sanitaria cuando es justamente lo contrario. Obamacare le da asistencia sanitaria a millones de personas que no la tenían, y aún no llega al 100% de la población.

    Pero efectivamente Obama perdió claramente el debate, pero no porque las propuestas de Romney fueran mejores, sino porque es cierto que Obama no es más que un sucedáneo amable del neoliberalismo capitalista. Y como se suele decir, el original siempre suena más auténtico que la copia. Romney es el original, neoliberal sin complejos, y Obama se empeña en jugar a su juego, ambos aludieron constantemente a la supuesta «clase media», esa falacia fabricada para que los trabajadores se crean burgueses y defiendan lo que le interesa a los más ricos en vez de lo que les interesa a ellos. Ni una sola vez en todo el debate se refirió Obama a los pobres o a los más desfavorecidos. NI UNA SOLA VEZ. Todo el rato con el mantra de la «clase media» y claro, para eso ya está Romney, que sabe alimentar muchísimo más y mejor la fantasía de pequeños burgueses.

    También me resultó muy curioso del debate cómo la visión de la estructura administrativa se invierte en EE.UU. respecto a España: Romney quiere reducir el papel del gobierno central al mínimo, no quiere que se ocupe de nada más que de la defensa y las relaciones internacionales, transfiriendo todo lo demás a los estados (sanidad, educación, servicios sociales, etc). Mientras que en España la derecha es la que quiere recentralizar todo.

    Respecto a la alusión a España, en gran parte de los medios españoles, incluyendo anoche mismo el propio 24h de TVE, se tradujo como que «España gasta el 42% de su presupuesto en gobierno» cuando lo que de verdad dijo Romney es que España dedica el 42% de su economía (es decir, de su PIB, que no de su presupuesto público) en gasto público que es manejado por el gobierno. No tiene nada que ver que el 42% del PIB sea sea recaudado por el Estado y administrado por el gobierno (eso claro lo incluye todo, desde intereses de la deuda, a gasto social en sanidad, educación, pensiones o desempleo) a decir que el 42% del presupuesto público se dedica a gastos del gobierno, que parece algo así como que el 42% del presupuesto público se dedica a mantener el complejo de La Moncloa o algo parecido. Es alarmante que en esta era en la que todos hemos aprendido tanto de economía a la fuerza, tengan a periodistas incapaces de ver la diferencia.

  3. judio dijo:

    Yo también soy de la impresión de que cada vez Romney me recuerda más a Rajoy: un merluzo que vendía o pensaba (no sé qué es peor) que sólo el hecho de que llegara a presidente iba a arreglar todos los problemas del país.

    Lo peor es que si aquí somos unos mentecatos votando, en EEUU son aún peor. Todavía son capaces de acabar eligiendo a Romney y jodernos aún más a todo el mundo.

    Sr. Obama, no es usted ni de cerca santo de mi devoción, pero póngase las pilas para el próximo debate, majete.

  4. Marcus dijo:

    Lo mejor, lo de la Cospedal: lo que pasa en España es un problema «de imagen»…. Vamos que el país está en la ruina y con seis millones de parados…igual el problema es de «imagen ….y sonido» por lo menos.

  5. Xaquín dijo:

    Puede ser democrático que te linchen (metafóricamente) por llevar la corbata azul o roja, pero no por ir sin un pin de tu sacrosanta bandera.

  6. Oscar dijo:

    «No puede aparentar creer que la victoria de 2008 le entregó un mandato de ocho años con un incómodo trámite electoral a mitad de camino.»

    Obama siempre fue flaco…

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