Der Spiegel encuentra pruebas de que la NSA intentó pinchar el teléfono móvil de Angela Merkel. Las pasa al Gobierno, el servicio de inteligencia las examina y resulta que creen que la denuncia tiene visos de ser cierta. La canciller está lo bastante cabreada como llamar por teléfono a Obama para quejarse. Y el portavoz de la Casa Blanca desmiente la noticia utilizado el presente y el futuro, pero no el pasado. Ahora y a partir de ahora, en absoluto. ¿Hasta ayer? No nos metamos en ese escabroso terreno.
Hollande también ha llamado a Obama porque es probable que la NSA haya estado hurgando a gran escala en los registros de llamadas de ciudadanos franceses. Antes se supo que los espías norteamericanos investigaron los sistemas de comunicación de la presidenta brasileña, Dilma Rouseff. Con el expresidente mexicano, Felipe Calderón, tuvieron un completo éxito al tener acceso a sus emails. Peña Nieto, el actual presidente, ya puede dar por hecho que la NSA conoció sus comunicaciones cuando era candidato.
Todas estas noticias echan por tierra las excusas ofrecidas por Washington una vez que se empezó a conocer la información facilitada por Edward Snowden. La idea de que el extraordinario poder tecnológico de la NSA y la colaboración permanente de las grandes empresas como Google o Microsoft sólo se emplean en las investigaciones relacionadas con la lucha antiterrorista es algo que sólo convence a los que ya están convencidos antes de oír cualquier explicación. Está en la naturaleza de los estados y grandes corporaciones. Si no hay cortafuegos legales u obstáculos políticos insalvables, los espías tendrán barra libre para llevar a cabo su trabajo. El mundo no se dividirá entre aliados y enemigos, sino entre gente a los que es factible espiar y aquellos a los que resulta imposible hacerlo (curiosamente, es más fácil que los enemigos estén en el segundo campo).
Y no vale el típico argumento de que eso es algo que hace todo el mundo, porque no todo el mundo lo hace… a ese nivel. Algo me dice que alemanes o franceses, por no hablar de brasileños y mexicanos, no están condiciones de espiar las comunicaciones personales del presidente de EEUU.
Técnicamente sí están. Otra cosa es políticamente.
En realidad todo el tema es muy complejo. Tiene más de sociología que de cacharrería. Se tiende una red y caen los pececitos. La mejor forma de comunicarse de modo completamente anónimo a día de hoy consiste en verse con la persona que se desea en una habitación donde el único requisito es que no haya un registro visual, puede haber todos los micrófonos que se quiera o los detectores de sonido (técnicamente, de perturbaciones acústicas en materiales de construcción) a distancia que pluguiere, basta con hablar por el lenguaje de los sordomudos o, si uno no tiene capacidad para los idiomas, escribir en un papel con lápiz e írselo pasando de uno a otro interlocutor, mientras se habla a voz normal de júrgol, de frivolidades o de lo que se quiera.
Obviamente, si uno se compra una pijadita electrónica último modelo, le pone un SO totalmente opaco (y ya no digamos privativo), se instala en él toda clase de aplicaciones que facilitan su control, por no decir que el mero hecho de portar encima un dispositivo GSM lo ubica a uno en todo momento (a él… y a todo el mundo que se le acerque siempre y cuando también lo lleve)… Pues qué quieren que les diga.
No es muy distinto de meter TU dinero en un banco, aceptar UNA tarjeta de crédito y otra serie de reglas de juego que obviamente no van en tu favor.
Está claro que en último término toda organización mide su potencial en capacidad de recursos y en la gestión de estos (lo que permite a organizaciones con más limitaciones imponerse a otras con mayores recursos, pero esto tiene un límite, claro está), y que el mejor sistema de espionaje de toda la vida ha sido la infiltración y el personal en doble juego. Toda esta tecnología moderna no cambia para nada estas cosas, simplemente lo que hace es convertir en borregos a una masa ciudadana.
Y es curioso, porque esta misma tecnología podría servir precisamente para todo lo contrario, para imponerse sobre los grupos mafiosos que controlan el cotarro. Y ellos lo saben, por eso tienen pánico, baste pensar en el tema de recursos: un aparato moderno está abaratado y al alcance de casi cualquiera, cuando en el pasado los recursos tecnológicos sólo podían permitírselos los estados. A dónde nos va a llevar todo esto… nadie puede imaginarlo siquiera.
¿Y a los españoles no nos espían, o es que Rajoy no tiene el teléfono de Obama para quejarse? En serio, existen leyes en todos estos países para corregir estos desmanes, que obviamente los gobiernos se pasan por el forro. Por lo tanto, yo iría contra las compañías (Google, Microsoft o la que sea) que prometen privacidad y luego no cumplen.
Todo esto lo conocían hace tiempo, ¿no?
El que ahora llamen al que les espia es porque han salido en los periódicos.
El que puede toma ventaja. Y ya está. Al final todo consiste en que el dinero esté en mi bolsillo o en el del otro. En que esta patente/ventaja la tenga tu empresa o la mía. En que sepa lo que piensas antes de ir a la negociación para ganarte proponiendote aquello a lo que no podrás negarte.
Aviso a los terrestres: todo, TODO, es/pude ser conocido. Y todas tus cuentas saqueadas. Supongo. Estamos en la era del gran hermano.
No hay culo que se les resista.
los telefonos que constan pinchados en la NSA de lideres españoles, son 3 de morenes, 1 de guindos, dos de rajoy , y dos de esperanza aguirre , del psoe , 1 de rubalcaba …otros varios, aznar, felipe gonzalez .
Han violentado y ultrajado el espíritu de Internet. Han creado tribunales especiales, secretos y que no responden a la legislación ordinaria. Utilizan máquinas para matar a distancia. Han defendido, recapitalizado y financiado a empresas que obligan a gobiernos a legislar contra el interés de sus propios ciudadanos. Han provocado guerras, hambrunas y destrucción solo para defender o aumentar los intereses de unos cuantos de su pueblo. Han empobrecido a poblaciones completas solo para provocar la caída de quien esas mismas poblaciones eligieron para que los gobernaran. Son el principal causante de la destrucción de los ecosistemas terrestres. Han bombardeado su propio planeta con armas radiactivas. Pero como no son Venezuela, aquí no pasa nada. El Imperio es el Imperio.
¡Asnos estúpidos!
Aquí hay muchos comentaristas que se salen del tema del post. No soy la única. No entiendo porque el autor del blog me borra un comentario. Total, era inofensivo.
Y mientras tanto, en las lejanas tierras ibéricas a un presidente del gobierno «no le consta» que EE.UU. les espiase y, si lo hizo, la culpa fue de Zapatero.
Vaya, vaya, hablé demasiado pronto!
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