En una entrevista en Der Spiegel, Edward Snowden da algunas respuestas interesantes sobre las acusaciones al Gobierno ruso de haber interferido en las elecciones de EEUU para propiciar la derrota de Hillary Clinton. En primer lugar, le preguntan por el peligro de que los servicios de inteligencia interfieran en las elecciones de otros países.
«Creo que eso es algo que siempre ha ocurrido. Lo que es noticioso ahora es que ocurre de forma más visible. Sabemos, por ejemplo, que existen documentos desclasificados que muestran que EEUU interfirió en elecciones a lo largo del pasado siglo. Todo Gobierno que tiene unos servicios de inteligencia intenta hacerlo. Me sorprendería mucho que el Gobierno alemán fuera una excepción».
Y en concreto sobre las acusaciones a Rusia en EEUU.
«No lo sé. Probablemente, hackearon los sistemas del Partido Demócrata de Hillary Clinton, pero debería de haber pruebas de eso. En el caso del ataque hacker a Sony, el FBI presentó pruebas de que Corea del Norte era responsable. En este caso, no lo hicieron, aunque estoy convencido de que tienen esas pruebas. La pregunta es por qué» (no las han difundido).
Inevitablemente, Snowden duda de que la NSA fuera sorprendida por ese ataque. Cree que en teoría hay muchos sospechosos potenciales.
«Creo que la NSA casi seguro que detectó a los intrusos. ¿Por qué no? Pero también estoy convencido de que vieron a muchos atacantes. Hubo probablemente seis o siete grupos. El Comité Nacional Demócrata (CND) era un gran objetivo y parece que su seguridad no era muy buena. El CND se negó a facilitar (el acceso a) sus servidores al FBI, lo que es realmente extraño. Así que creo que se estaba construyendo un relato en torno a los rusos».
El periodista le plantea que no es difícil montar un ataque cibernético de «bandera falsa» para hacer creer que son otros son los responsables de la operación.
«El asunto de la bandera falsa es cierto. Sé cómo funciona. Estuve implicado en eso en el caso de China. Ellos solían ser los sospechosos habituales. Nadie hablaba de los rusos en esa época. A los chinos no les preocupaba ocultar las pistas que dejaban. Rompían una ventana, cogían todo lo que podían y luego escapaban riéndose. Pero incluso así ellos nunca atacaban desde China. Iban saltando de un servidor desde Italia, África o Suramérica. Pero puedes seguir el rastro. No es magia».
Por su experiencia, Snowden duda de que no haya pruebas sólidas que apunten a los responsables del hackeo a los servidores del Partido Demócrata y la campaña de Clinton. El resumen difundido del informe de los servicios de inteligencia que acusa a Rusia es extremadamente parco en detalles y no incluye ninguna prueba decisiva.