Susana Díaz se ha ofrecido a ayudar a «coser» la herida que sufre estos días el PSOE en su discurso de la reunión del Comité Director del partido en Andalucía. En ese acto interno, del que se ha facilitado la señal en directo para su retransmisión por los medios (lo que viene a ser como un plasma de Rajoy), la presidenta andaluza ha recibido una ovación en pie de sus subalternos compañeros del partido, ha sonreído, ha mostrado todo su amor por los asistentes y ha dejado claro que el psicodrama que vive el PSOE no debe hacerles olvidar que es un gran partido.
Desde sus tiempos de secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas de Andalucía, Díaz ha tenido que coser unas cuantas cosas, pero nadie la ha visto con aguja e hilo. Era más frecuente verla manejar un hacha. O una katana. Contaba Lourdes Lucio en 2013 que no hay que menospreciar su etapa en las Juventudes Socialistas. ¿Cosas de chavales? Para nada. « En opinión de los veteranos, allí se aprende lo peor de la política y no lo mejor, con música de Kill Bill 1 y Kill Bill 2″.
A estas alturas, ya todos sabemos que Susana Díaz aprendió un montón.
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