Se acaban de celebrar los Mundiales de atletismo en Qatar y en 2022 será el momento del Mundial de fútbol. A pesar de todas las presiones recibidas y las promesas hechas, en ese país los derechos de los trabajadores que levantan las infraestructuras –todos ellos inmigrantes extranjeros– continúan siendo vulnerados con impunidad, según un informe de Amnistía Internacional:
«El informe ‘All work, no pay: The struggle of Qatar’s migrant workers for justice’ destaca que centenares de trabajadores extranjeros de tres empresas de construcción y limpieza han abandonado sus demandas en la justicia y vuelto a sus países sin dinero desde marzo de 2018. Ha ocurrido a pesar de la puesta en marcha por las autoridades qataríes de nuevos comités destinados a resolver rápidamente los conflictos laborales, como parte de las reformas acordadas antes del Mundial de 2022. Los comités recibieron el año pasado más de 6.000 quejas. La mayoría de ellas no se habían resuelto a finales del año».