El ataque de un numeroso grupo de manifestantes partidarios del Gobierno de Kiev a un edificio de Odessa ocupado por los prorrusos ha acabado en una matanza, la peor producida fuera de Kiev desde el inicio de la crisis ucraniana. En el incendio desatado en el interior de la sede de los sindicatos murieron 31 personas, según la cifra dada a conocer por el Ministerio de Interior en la noche del viernes. La mayoría murió asfixiada por el humo y algunos, al intentar huir por las ventanas y caer a la calle.
Las imágenes revelan que los manifestantes, entre los que había miembros del grupo ultraderechista Sector Derecho (Pravy Sektor) y jóvenes de la localidad, llegaron hasta la plaza donde está el edificio siniestrado. Allí había un pequeño campamento montado por los grupos prorrusos que se oponen al Gobierno de Kiev. Los manifestantes prendieron fuego a las tiendas, que ardieron rápidamente.
En el segundo 32 de este vídeo, se ve volar lo que parece ser un cóctel molotov, cuando aún no ha empezado el fuego, que cae en las escalinatas. Muy pronto, los atacantes tiran abajo las tiendas y les prenden fuego.
Otros vídeos revelan que cuando la entrada al edificio está ya envuelta en llamas, y salir de él por esa vía es imposible, algunos continúan lanzando cócteles molotov desde el exterior a las ventanas.
Hay versiones diferentes sobre el inicio del ataque que culminó una jornada de enfrentamientos entre los dos sectores en varias zonas de la ciudad. Al menos, las imágenes muestran que son los partidarios de Kiev los que primero emplean el fuego para acabar con el campamento.
Periodistas que fueron testigos del siniestro, como Howard Amos, de The Guardian, afirman que los rebeldes prorrusos también lanzaron piedras y cócteles molotov desde el interior del edificio, desde las ventanas o la azotea. Amos escribe que los médicos que atendían a los heridos denunciaron que también hubo disparos desde la sede de los sindicatos y que había cuerpos con heridas de bala.
El periodista habló al menos con dos personas que se identificaron como miembros del grupo ultraderechista Sector Derecho, que participó en la movilización de la plaza Maidán contra el destituido presidente Yanukóvich.
La policía apareció demasiado tarde en otro ejemplo más de su pasividad ante la mayoría de los enfrentamientos ocurridos en otras zonas del país. Cuando llegaron a la plaza, no se molestaron en entrar al edificio. Su actitud hace pensar que tenían órdenes de no intervenir o tenían demasiado miedo para hacerlo.
Los heridos que abandonaron el edificio, algunos con quemaduras, fueron rodeados por la multitud, que los acosó y, en algunos casos, golpeó.
Both sides today in Odessa were armed with bats, stones, Molotov cocktails, homemade grenades and air pistols.
— Howard Amos (@howardamos) Mayo 2, 2014
La escandalosa actitud de la policía, tanto en lo ocurrido frente a la sede de los sindicatos como en los enfrentamientos ocurridos en Odessa a lo largo de todo el día, colocan en una posición insostenible al Ministerio de Interior y, por extensión, al Gobierno de Kiev. La principal sospecha es si, al ser incapaces de impedir la ocupación de edificios oficiales por grupos prorrusos, han permitido que los grupos ultraderechistas acaben por la fuerza con la concentración de la plaza de la sede de los sindicatos con los resultados dramáticos ahora conocidos.
El ministro de Interior es Arsen Avakov, del partido de Yulia Timoshenko.
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