Siempre es divertido reírse de un tirano. Aún más, si se trata de un ejercicio de culto a la personalidad que termina mal, es decir, bien. Pero la cosa adquiere ya niveles gloriosos si el líder carismático no se ha conformado con un discurso y las ovaciones de costumbre, sino que aspiraba a algo más… épico.
El dictador de Turkmenistán, Gurbanguli Berdymujamédov, de 55 años, participó en una carrera de caballos en la que, obviamente, cruzó la meta en primer lugar. Pero sólo unos metros después el caballo cayó y llevó al suelo a su augusto jinete, que parece que perdió el conocimiento durante unos instantes. Dicen que el hipódromo se sumió en un incómodo silencio.
No es menos espectacular la imagen de no menos de 30 guardaespaldas y asesores que se dirigen corriendo a la pista para levantar al amado líder.
Es cierto que Berdymujamédov, en el poder desde 2006, no llega a las cotas de delirio de su antecesor, Niyávoz. Otras costumbres están más arraigadas: ganó las últimas elecciones con un 97% de los votos.
ostras, si parece Matrix!
Agentes Smith saliendo de todas partes… 😉
Ese caballo tiene que ser ejecutado, ¡pero ya!
Para alguien que tiene un 97% de los votos, parece que no confía mucho en su gente si tiene 30 guardaespaldas …
Mola más Niyazov con su estatua de oro macizo y su libro en plan Biblia (Busquen fotos)
Y ¿A quien le importa, si es del eje del «bien»?
Uff, por lo menos se salvó el caballo
Pobre caballo
¿Sabes algo del caballo? Me preocupa. Se ha quedado mirando al lider con aire ofuscado.
¿Fué ejecutado o liderará a la oposición tras una época de turbulencias?
Desde luego, no le dejarán ser votante.
A medio vídeo me veo impelido a dejar un comentario sobre que parece la escena de Matrix donde surgen copias del agente Smith por todas partes y compruebo ya se me han adelantado…
El que salgan unos 40 tios corriendo en dirección a su amado lider debe ser como la fecundación del óvulo, por el que solo uno entre miles se llevará el premio gordo si llega primero.
Turkmenistán. Sólo Corea del Norte supera a los países de Asia Central por lo que respecta al culto de la personalidad de los dirigentes. En los tanes, este culto a la personalidad es el resultado de una combinación postmoderna: la herencia de la época soviética y la revitalización, por parte de los régimenes locales, de los elementos que constituían la organización política tradicional de las estepas de Eurasia, basada en los khanatos al mando de un khan. En las últimas décadas, Turkmenistán ha destacado especialmente entre los países de la región a la hora de desarrollar el culto a la personalidad de sus líderes. El dictador que gobernó tras la caída de la Unión Soviética, Saparmyrat Nyýazov –procedente como otros dictadores de la región de la estructura del Partido Comunista-, implantó un régimen desquiciadamente personalista que fusionaba elementos islámicos y comunistas para mayor gloria del autodenominado padre de los turkmenos.