The Boston Globe ha sacado una portada de ficción imaginando el 9 de abril de 2017 con Donald Trump como presidente de EEUU. Más que una portada, es un artículo de opinión, de hecho, es responsabilidad de esa sección en cuyas páginas salió este domingo. Todos los horrores previsibles están ahí: el inicio de la deportación de inmigrantes sin papeles, una guerra comercial que provoca el hundimiento de la Bolsa, los soldados norteamericanos se niegan a matar a familiares de miembros del ISIS, una nueva ley antilibelo contra la «basura» de la prensa…
Un aperitivo de lo que podría ocurrir, aunque es cierto que las posibilidades de que eso ocurra –la victoria de Trump– en las elecciones de noviembre– son muy escasas. Casi inexistentes. De momento.
En el editorial, dirigido al Partido Republicano para que elijan a otro candidato, se dice:
«La mezcla tóxica de intimidaciones violentas, hostilidad a las críticas y utilizar a las minorías como cabezas de turco demuestra que un movimiento político está haciéndose fuerte en América. Si Trump fuera un político que dirige una campaña como esta en un país extranjero, probablemente el Departamento de Estado lo habría condenado. Es mejor perder con la defensa de unos principios (lo dice en relación a los dirigentes republicanos) que aceptar un peligroso acuerdo con un demagogo».