En octubre de 2015, Amnistía Internacional denunció que la respuesta de la policía israelí a los ataques de palestinos con cuchillos podría llegar a ser definida en algunos casos como asesinatos extrajudiciales en aplicación de una política de disparar a matar.
Las imágenes de lo ocurrido el viernes junto a la Puerta de Damasco, en Jerusalén, son bastante reveladoras y confirman esta denuncia. El agresor, de 20 años, cae al suelo y los policías continúan disparando. Se pueden contar no menos de una veintena de disparos sobre el cuerpo (la escena comienza en el segundo 18 de estas imágenes de un equipo de Al Jazeera). Antes, dos policías habían resultado heridos leves.
El comisionado adjunto de la Policía de Fronteras, Yaakov Shabtai, dijo de esos policías: «Actuaron con valentía y les felicito. Estoy orgulloso de su profesionalismo. La velocidad de su respuesta y su precisión consiguieron acabar en segundos con este ataque terrorista».
La velocidad de la reacción es evidente. En cuanto a la precisión, no es extraño teniendo en cuenta que el cuerpo del agresor estaba tendido en el suelo mientras disparaban sobre él.