Rolling Stone, la violación y las víctimas silenciadas

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La revista Rolling Stone ha cometido dos errores con la publicación de un largo reportaje sobre una violación múltiple ocurrida en la Universidad de Virginia en 2012. En primer lugar, publicarlo sin haber comprobado todos los aspectos de la historia. Después, reconocer que había «inconsistencias» en el testimonio de la víctima (sin que ello signifique que tengan dudas sobre la existencia del delito) y que el artículo no debería haber aparecido. Adjudicaba el error a la fuente de la historia, no a la redacción de un medio que, obviamente, debe asumir toda la responsabilidad sobre sus contenidos.

Sólo dos días después, añadió otro párrafo para admitir lo que debería haber contado desde el primer momento: la culpable de esta cadena de errores no era la mujer, sino la revista.

Es imposible subestimar el impacto que tienen estas historias sobre la existencia de violaciones, el miedo de las víctimas a denunciar a sus agresores y la cultura de impunidad que se produce en las relaciones entre hombres y mujeres en algunos ambientes. Entre ellos están las universidades norteamericanas, donde muchas denunciantes no reciben ningún apoyo de las instituciones, más preocupadas por su reputación (sus presupuestos dependen en buena parte de donaciones privadas) que por la investigación de delitos tan graves.

En algunas de ellas, sí ha habido un aumento de denuncias, pero sólo después de que sus responsables asumieran la gravedad del asunto y establecieran normas que facilitan que el problema salga a la luz. Al otro lado, hay centros como la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro (con 18.516 estudiantes) en el que no hubo ninguna denuncia de violación o abusos sexuales en 2012. El Departamento de Justicia tiene establecidas una serie de directrices en estos casos e investiga a aquellos centros que no se molestan en aplicarlas.

Lo que ocurre en realidad es que los agresores raramente son investigados y condenados, si son culpables, y hay casos en los que ni siquiera la confesión del delito ha hecho que el autor haya sido expulsado de la universidad.

La polémica ha servido para que reflexionemos una vez más sobre la carga emocional que deben sufrir las víctimas de violación en el caso de que den el paso de presentar una denuncia ante la universidad o la policía. Innumerables testimonios revelan que no reciben el apoyo adecuado o son recibidas con un gran escepticismo incluso antes de que comience la investigación. En el ámbito universitario, casi se puede asegurar que una denuncia de una agresión ocurrida en una fiesta en la que todos han bebido en exceso nunca llegará a juicio.

Todo esto ocurre cuando vuelve a circular en EEUU, como ocurrió hace unos meses en España con el caso ocurrido en Málaga, la idea de que existen muchas denuncias falsas de violación. ¿Existen? Sí, como con todos los delitos. ¿En un número significativo? No, como demuestran las estadísticas oficiales en varios países.

Si las hay, podemos estar seguros de una cosa: son muchísimas menos que las violaciones que no son denunciadas o que si lo son, no conducen a una investigación completa.

Una persona que lo sabe muy bien es Xeni Jardin, una de los coeditores de Boing Boing. Ya había contado antes que sufrió una violación hace muchos años. El caso de Rolling Stone y los comentarios posteriores le han hecho revivir ese momento, la agresión, la falta de ayuda y la dolorosa experiencia de ver que no le creían y que el culpable salió libre, en una serie de tuits que no pueden dejar de conmover.

No se puede decir mucho más después de lo contado por Jardin. Sólo insistir en que a lo largo de décadas y en muchos países se ha extendido una sensación de impunidad en estos delitos que alienta a los agresores y hace sufrir aún más a las víctimas. Es algo que no tiene nada que ver con la Justicia.

18.40

Emily fue compañera de cuarto de Jackie, la víctima de la historia publicada por Rolling Stone. En un artículo cuenta el cambio que experimentó su amiga: «While I cannot say what happened that night, and I cannot prove the validity of every tiny aspect of her story to you, I can tell you that this story is not a hoax, a lie or a scheme. Something terrible happened to Jackie at the hands of several men who have yet to receive any repercussions».

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